Protección social y políticas públicas

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por: Karina Batthyany
Tomado de: www.clacso.org

-Vamos a darle continuidad a lo que veníamos conversando las semanas pasadas y tocar un punto que creo es central hoy para nuestros países: la protección social. Ahora de qué estamos hablando cuando hablamos de protección social. Para decirlo muy breve, básicamente la idea de la protección social es abordar los riesgos que tenemos toda la población a lo largo de nuestro ciclo de vida, así como también los problemas más estructurales de la sociedad como la pobreza y la desigualdad. Y por eso hago el link, porque estamos en este ciclo de las desigualdades. Y la protección social incluye políticas que permitan garantizar a todos y a todas niveles básicos de vida y de bienestar. ¿En pos de qué? De construir sociedades más justas y más inclusivas. Si nos situamos en el contexto actual, esta pandemia que nos sigue acompañando, ha puesto más que en evidencia la urgencia que tenemos en estos momentos en el mundo y en América Latina por acelerar los procesos de establecer nuevos sistemas de protección social, al menos con determinados niveles que garanticen -mirá lo que voy a decir- dignidad para la vida de las personas.

Recordemos que uno de los últimos informes de Naciones Unidas nos decía que más de la mitad de la población mundial tiene carencias en términos de seguridad, protección y asistencia social. Para decirlo de otra manera: directamente carecen de protección social y solo, por ejemplo, un 20 por ciento de las personas que hoy están en situación de desempleo –recuerden cómo ha aumentado esto en el marco de la pandemia– tiene derecho a una prestación de desempleo o a un seguro de desempleo. Entonces, esta crisis que se ha abierto en América Latina y el Caribe, reposiciona los debates en torno al rol del Estado, al rol de la política en general y muy particularmente al rol de las políticas públicas.

Yo creo que realmente nos encontramos en un punto de tránsito hacia sociedades que no me cabe duda que en el corto y en el mediano plazo van a sufrir reconfiguraciones. El modelo actual económico ha generado mucha desigualdad, una concentración de la riqueza y una concentración en el acceso a las prestaciones sociales que siguen siendo consideradas hoy en nuestra región un privilegio. ¿Por qué? Porque no existe un Estado de bienestar de carácter universal. Es decir, no existe el bienestar social de carácter universal. Antes del coronavirus esto era un problema grave en América Latina y el Caribe, era parte de esa desigualdad estructural que venimos analizando. Pero hoy con todo esto que ha ocurrido en el marco de la pandemia, con lo que hemos analizado las semanas pasadas, la pandemia no sólo es una cuestión grave sino una cuestión de supervivencia. Y se hace absolutamente indispensable a mediano plazo repensar las políticas económicas, las políticas sociales, laborales, que aseguren que por lo menos los derechos sociales básicos puedan llegar a todos y a todas. Y en ese sentido, la necesidad también de reorientar los modelos de desarrollo. Es acá que aparece, para situar a quiénes no están escuchando, por ejemplo, alguna de las discusiones que hemos tenido en estos días sobre el ingreso ciudadano en América Latina.

-De eso te quería consultar… Primero que puedas identificar un poco para la gente, porque hay países de Latinoamérica donde ese ingreso está vigente, se puso en marcha o por ahí existían ingresos similares. Pero hay otros países que no. ¿De qué se trata cuando se habla de esos ingresos universales? Y después por ahí sí me interesa que te explayes un poco sobre la importancia que pueden tener en los sectores mas vulnerables en momentos de crisis.

-Estamos hablando de definir un ingreso básico que asegure a las personas (a todas) la posibilidad de acceder a los servicios y a los bienes mínimos para el bienestar social, para un nivel básico. Estamos hablando de asegurar ingreso para todos y para todas aún en estas situaciones de crisis, de pandemia, como estamos viviendo ahora. Allí hay distintas propuestas que no nos va a dar el tiempo de analizar a fondo. La CEPAL está planteando por lo menos un ingreso mínimo y durante un tiempo, el tiempo que dure esta pandemia, sobre todo para aquellas personas que no tienen o perdieron su ingreso por esta crisis sanitaria. Yo creo que lo importante aquí es traer esta discusión que no es nueva por cierto, colocarla sobre la mesa y decir por qué planteamos un ingreso ciudadano en América Latina y el Caribe. Por la premisa de que es necesario para el acceso a los bienes esenciales que nos permitan la existencia de una vida digna para todos y para todas. Y porque además eso tiene en nuestra región una conexión muy importante con la democracia, con la existencia de una ciudadanía verdaderamente democrática, donde se garantice un horizonte de igualdad, como dije antes, un horizonte de dignidad para las personas.

Recordemos lo que vimos en semanas anteriores: si estamos hablando que el 53 por ciento de la población de nuestra región está en situación de informalidad y por lo tanto sin ningún tipo de protección, y que muchos y muchas de ese 53 por ciento fueron afectados en sus ingresos informales que les permiten el sustento cotidiano, ahí tenemos la gravedad de la situación. Pensemos, por ejemplo, que sólo algunos países de la región como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Uruguay, tienen seguros o prestaciones de desempleo; eso es sólo para los trabajadores del sector formal. Eso para poner un ejemplo de la importancia que tiene dar nuevamente la discusión sobre la protección social. El otro elemento que quedó tan claro en estos meses, es lo de los sistemas de salud y el acceso universal a sistemas de salud que garanticen calidad. Quedó muy claro en nuestros países el problema en torno a este tema y la ausencia en muchos de nuestros países de estos sistemas de salud de carácter universal y además por supuesto de calidad. Estoy nombrando sólo dos. Cuando nosotros miramos el tema de la protección o del bienestar social, normalmente pensamos en cuatro pilares: la salud que la acabo de nombrar, la seguridad social que pusimos como ejemplo el desempleo, la educación  y los cuidados. Entonces, estamos hablando de asegurar esos pilares básicos del bienestar para todos y todas. Y eso es algo que está muy lejos en nuestra región. Lo estaba antes del coronavirus y lo está ahora por supuesto por el agravamiento de la desigualdad y de la crisis, que nos implica promover la salud pública, nos implica proteger a todos los trabajadores y trabajadoras, y a todas las personas independientemente de su condición laboral. Implica garantizar el ingreso, la renta básica universal como ya dijimos y otras series de medidas que no nos va a dar el tiempo hoy para profundizar. Pero me parecía un tema interesante para colocar sobre la mesa y, por supuesto, un tema sobre el que CLACSO está trabajando, está reflexionando.