Tomado de: Perfil de Facebook de Cimarronas
Comercio de seres humanos, esclavitud y colonialismo pueden parecer palabras sacadas de un libro de historia y carentes de sentido en pleno siglo XXI. Pero aquellas prácticas avasalladoras de siglos atrás están en el sustento de los supremacismos de hoy, en los abusos contra la dignidad humana y tienen una burda expresión en las formas contemporáneas de la discriminación racial.
Hace exactamente dos décadas, Naciones Unidas organizó la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia, que sesionó del 31 de agosto al 8 de septiembre de 2001 en Durban (Sudáfrica).
Aun antes de la inauguración oficial del evento, los temas fueron objeto de encendidas disputas y las posturas se polarizaron al punto de hacer peligrar el consenso necesario para redactar asuntos claves y aprobar los documentos finales.
El comercio de esclavos, los efectos a largo plazo de la colonización y la exigencia de compensación histórica enfrentó a un grupo de países europeos, más Estados Unidos, con el Grupo Africano, al que se alinearon representaciones de Asia, América Latina y el Caribe, con una notable y reconocida participación de la delegación de Cuba.
A los sentidos en disputa se sumó la iniciativa de evaluar como racistas las acciones de Israel contra el pueblo palestino. Apenas comenzada la Conferencia, dos delegaciones que suelen andar de la mano, Estados Unidos e Israel, objetaron lo que consideraban una afrenta del documento borrador y se retiraron de la reunión.
Luego de meses de arduas deliberaciones previas y nueve intensos días de trabajo sobre los textos finales, la Conferencia de Durban aprueba por consenso dos documentos históricos: una Declaración y un Programa de Acción.
La Declaración da cuenta del compromiso que asumen todos los actores protagonistas: los Estados, las Naciones Unidas, las instituciones nacionales, las organizaciones intergubernamentales y las organizaciones no gubernamentales. Incluye los orígenes históricos y las causas del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia. El Programa de Acción es una guía que precisa las medidas que se deben adoptar para poner fin a estos males.
La Conferencia de Durban marcó un modo frontal de mirar el pasado desde los ojos de las víctimas, su voz y su memoria. Ello explica la claridad de las ideas, a veces expresadas con ásperas palabras, que dan cuenta de la cruda realidad que se quiere enfrentar: la esclavitud y la trata de esclavos son crímenes de lesa humanidad; la esclavitud y la trata de esclavos, incluida la trata transatlántica de esclavos, son tragedias atroces de la historia de la humanidad; el colonialismo condujo al racismo; los hechos del pasado tienen consecuencias en los sufrimientos que persisten en nuestros días.
Asimismo, la Conferencia expresó preocupación por los padecimientos del pueblo palestino, sometido a ocupación extranjera, a la par que reconoció el derecho inalienable de este pueblo a la libre determinación y al establecimiento de un Estado independiente. También recordó que no debe olvidarse el Holocausto.
En Durban también quedó expresada la dimensión de género de la discriminación racial. Incluso, se llamó a los Estados a atender las discriminaciones múltiples que confluyen en las mujeres.
Ocurrió hace 20 años, pero los problemas entonces planteados siguen siendo críticos y la aplicación de su Programa de Acción no logra alcanzar los resultados esperados. Dos intentos posteriores a aquella histórica Conferencia han enfrentado fuertes resistencias. Diez países occidentales boicotearon la llamada Durban II, en Ginebra, y catorce se opusieron a Durban III, el evento que en Nueva York celebrara el X aniversario de la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y las Formas Conexas de Intolerancia.
Aquellas disputas de ayer siguen presionando para ganar el sentido ahora mismo, siglos después de vivido y a 20 años de ser aprobados por el mayor organismo multilateral. A quienes les interese profundizar, Cimarronas les recomienda los textos de la Declaración y Programa de Acción.