Autor: Claudia Castilla García.
Artículo publicado en CD Caudales 2011, Editorial Acuario, Centro Félix Varela – CIPS, ISBN 978-959-7071-79-2, La Habana
Antes de adentrarme en la difícil responsabilidad de reflexionar acerca de las perspectivas defuturo para la adolescencia y la juventud cubana, quedé seducida por algunas preguntas que mesurgieron en respuesta a la invitación para formar parte de este panel multi-generacional,donde ocupo nada más y nada menos que la posición de la más joven.
Quiero tomarme algunos minutos iniciales de la presentación, para compartir estas preguntas ymis propias divagaciones existenciales, pues creo que constituyen una antesala que puedeayudar a dar pistas para posicionarnos ante ese futuro, también dando respuesta al objetivocentral del III Taller, que es justamente generar imágenes del futuro deseado para la juventud y perfilar propuestas que guíen posibles acciones para lograrlas.
Algunas de esas preguntas fueron:
Lo primero que me resultó llamativo es que la reacción inicial al pensar en el futuro de lajuventud cubana, no se centraba en los jóvenes, sino en el contexto, y además, en un contextodicotómico “bueno o malo” ; no regular, no a veces bueno o a veces malo, …simplemente: oblanco, o negro.