Tomado de: www.ipscuba.net
La profesora y afrofeminista cubana Rosa Campoalegre convocó a rescatar la Declaración de Durban del olvido y que se cumplan los compromisos de ese programa referente para las luchas antirracistas del mundo.
Así lo apuntó en su intervención durante el evento virtual “20 años de la Declaración de Durban: memoria, historia y resistencia”, celebrado el 9 de diciembre como parte del IV Seminario Educando para la Igualdad/Equidad Étnico Racial, en Belo Horizonte, Brasil.
La catedrática cubana también insistió en la necesidad de repensar el Decenio Internacional para los Afrodescendientes, declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de 2015 a 2024, pues considera que actualmente está en mora y no se han podido lograr sus metas.
Además, recalcó, la pandemia de la covid-19 vino a agudizar el descalabro del decenio y se sumó a otras pandemias ya existentes como el hambre, la pobreza, la violencia, el drama migratorio, el ecológico, el desplazamiento forzado, el asesinato impune de líderes y lideresas.
Impacto de la pandemia
La crisis sanitaria puso en el centro la necesidad del cuidado de la vida y afectó con mayor fuerza a las poblaciones en situación de vulnerabilidad como mujeres, niños y niñas, personas con discapacidades y afrodescendientes, observó Campoalegre.
Al respecto, la coordinadora de la Cátedra Nelson Mandela, del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), destacó que las pandemias racializadas y feminizadas empeoraron, mientras se expande con fuerza la necropolítica.
“Estamos en una encrucijada letal entre decenio y pandemia”, advirtió la investigadora y enfatizó en la importancia de seguir denunciando todos los problemas que se derivan de esto.
Asimismo, recordó que el grupo de trabajo Afrodescendencia y propuestas contrahegémonicas, del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), evalúo recientemente el Decenio Internacional para los Afrodescendientes.
“Llegamos a la conclusión de que no basta un decenio para luchar contra el racismo, lo decente y significativo socialmente sería continuar trabajando más allá de ese decenio, que no pare en el 2024”, apuntó.
En ese sentido, se refirió a proyectos como la Universidad de la Diáspora Africana, una iniciativa contrahegómica en construcción para la formación de la lucha política, la cual abarca cuatro áreas fundamentales: ciencias sociales y etnoeducación, feminismos negros, saberes ancestrales, y la promoción de derechos y políticas en favor de los afrodescendientes.
A juicio de la socióloga, la principal arma de lucha antirracista en América Latina y el Caribe son las redes afrodiaspóricas.
Durban y la Agenda 2030
La Conferencia de Durban generó el programa más importante y de mayor consenso internacional hasta nuestros días referido a la lucha contra el racismo, también trazó las líneas, los ejes y los actores fundamentales de la agenda contra el racismo, aseguró Campoalegre.
Al mismo tiempo dio lugar a una movilización, a partir de la concertación de voluntades entre los Estados y el movimiento afrodescendiente, recordó.
De hecho, subrayó la activista, el Decenio Internacional para los Afrodescendientes es hijo de las luchas desde el movimiento afrodescendiente, el mismo que a 20 años de Durban no ha dejado morir ese programa de acción.
“Pero los pueblos afrodescendientes continúan sufriendo las mayores desigualdades en medio del racismo estructural y sistémico, por ejemplo, en la región de América Latina y el Caribe, como apunta la Comisión Económica para América Latina y el Caribe en documentos recientes”, advirtió la experta.
A su juicio, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible no se puede cumplir sin atender de manera diferenciada y prioritaria la situación de esos pueblos afrodescendientes, y urge tenerlos en cuenta como un sujeto político de derecho internacional.
“Hay que repensar el decenio y redefinir la agenda antirracista, hacer esto es rescatar a Durban del olvido y que se cumplan los compromisos”, opinó la investigadora cubana, que convocó a seguir elaborando propuestas contrahegemónicas, diseñarlas, instrumentarlas y sostenerlas.
El brasileño Marco Cardoso, analista de políticas públicas de la prefectura municipal de Belo Horizonte, rememoró su participación en las conversaciones primigenias de cara a la Conferencia de Durban, celebrada en Sudáfrica en 2001.
Según apuntó, esas negociaciones no fueron fáciles, pero finalmente pudo darse visibilidad al problema del racismo a nivel global y se movilizaron voluntades en todo el mundo.
Lamentablemente, expresó, todavía existen toneladas de odio contra los afrodescendientes y mucha discriminación.
En tanto, la profesora brasileña Ieda Leal, del Movimiento Negro, se refirió a la importancia de contar con un proyecto de lucha contra el racismo y la discriminación, sobre todo en medio del complejo escenario de su país, donde ahora hay un retroceso de muchos progresos sociales y aumenta la violencia contra los afrodescendientes.
Por su parte, el catedrático e investigador cubano Maikel Pons destacó la presencia en esa mesa redonda virtual de numerosas mujeres luchadoras afrodescendientes. (2021)