Por: Lic. Taimi Garriga Hernández
Entre los paneles que sesionaron como parte del Encuentro Internacional de Orientación Psicológica, estuvo el de: Calidad en el ejercicio de las prácticas de Orientación Psicológica. Alrededor de esta temática se agruparon importantes personalidades en la materia a nivel internacional, a saber: el Dr. Thomas W. Clawson, Presidente del Buró Nacional para la Certificación de Orientadores (National Board for Certified Counselors ?NBCC?); la Dra. Rebecca Powell Stanard, Presidenta del Comité de Guía del Registro Internacional de Programas Educativos de Orientación (International Registry of Counselors Education Programs ?IRCEP?); la Dra. Wendi K. Schweiger, Vicepresidenta adjunta de la NBCC Internacional y el Dr. James M. Benshoff, Presidente de la Junta Directiva de la NBCC, todos provenientes de los Estados Unidos; así como la MSc. Bárbara Zas, investigadora del CIPS, coordinadora de esta mesa y miembro del Comité Organizador del encuentro.
La apertura del panel estuvo a cargo del Dr. Thomas W. Clawson, quien presentó la ponencia: “Calidad de los servicios de atención de la Orientación Psicológica. Criterios para el análisis, desafíos y situaciones actuales”. La NBCC es mostrada como una organización sin fines de lucro, fundada en 1982, que se dedica a promover el control de calidad en la práctica de la Orientación Psicológica, así como su valor y profesionalismo. En este sentido, la institución se ocupa de producir los exámenes de otorgamiento de credenciales para orientadores/as psicológicos/as en Norteamérica.
La contextualización de las prácticas de Orientación Psicológica resultó ser un elemento neurálgico para el control de su calidad. Partir de un análisis del contexto en que se desenvuelven orientador/a y orientando/a resultó ser esencial para conocer el nivel de adecuación de lo que acontece en la relación de orientación, y constituye una filosofía desde la que trabaja la NBCC. En este sentido, Clawson brindó luces acerca del contexto en que se desarrollan las prácticas de los/as orientadores/as psicológicos/as en Estados Unidos, país que constituye el asentamiento de un gran número de inmigrantes provenientes de disímiles países del globo, cada uno con una carga cultural y social propia, que el/la orientador/a no puede desconocer durante el proceso.
Con una elevada prevalencia del género femenino sobre el masculino en profesionales de la Orientación Psicológica en los EEUU (78%-22%), Clawson adelantó posibles hipótesis explicativas. Remitiéndose a los orígenes de la Orientación, expuso que esta proviene del área educacional, donde había gran representación del sexo femenino; además, es común que las mujeres posean un enfoque hacia lo que ellas pueden hacer por la humanidad; mientras que en un nivel más práctico, señaló que la mayoría de las mujeres están dispuestas a trabajar por mucho menos dinero que los hombres, lo que fue particularmente notable en las décadas de los 70 y los 80, cuando estaba surgiendo la Orientación.
Rescatando un poco de lo debatido en los paneles que sesionaron el día anterior, el ponente apuntó que le resulta interesante el hecho de que en Latinoamérica se profundiza mucho en los principios teóricos de la Psicología, en comparación con el resto del mundo. Sobre la base de esta reflexión, presentó al auditorio la diversidad de enfoques teoréticos que utilizan los/as orientadores/as norteamericanos/as en sus prácticas concretas, siendo la Terapia Cognitiva-Conductual la más empleada; seguida por el Conductismo y la Intervención de Emergencia. En un nivel más operativo, Clawson se refirió a la baja frecuencia de utilización de pruebas psicológicas por los/as orientadores/as, lo que relacionó con que: “Nosotros tendemos a ser gente que mira a gente y no a números”. Sin embargo, señaló que el trabajo de la NBCC no es brindar criterios de valor acerca de cuál es la mejor teoría a usar, sino que más bien se interesa por monitorear cuál es el estado del arte de las prácticas de los/as orientadores/as psicológicos/as en EEUU.
En otro orden, la NBCC-International (NBCC-I) es una división de la NBCC que fue creada en el año 2003, con el objetivo de promover la Orientación Psicológica alrededor del mundo, para lo cual colabora con organizaciones de Orientación en diversos países, entre los que cabe mencionar: Argentina, Jamaica, México y Venezuela. La organización surgió como respuesta a las demandas existentes en el gremio profesional acerca del desarrollo de mecanismos de profesionalización, como la certificación. Sobre esta línea se movió la ponencia de la Dra. Wendi K. Schweiger, titulada: “El otorgamiento de credenciales y la NBCC-I”.
En este sentido, Schweiger comentó la importancia de someter a los/as orientadores/as psicológicos/as a un proceso de certificación, el cual constituye una vía para el control de la calidad, asegurando un óptimo nivel de preparación de los/as orientadores/as y protección de su integridad profesional; lo que se revierte en la garantía del público.
Apuntó que una parte importante del proceso de certificación lo constituye la definición de estándares, los cuales son pautados por los/as propios/as orientadores/as en sus contextos particulares de acción. Esto representa una ventaja importante, ya que las mismas personas que están practicando la orientación son quienes crean los estándares sobre los cuales se realiza la certificación. Partir de esta consideración encierra en sí misma el reconocimiento del carácter flexible de los estándares, los cuales variarán en la medida en que dichas prácticas se modifiquen.
La legitimación y respeto a las diversas maneras de hacer, en función de las particularidades de los contextos en que se desenvuelven los/as orientadores/as, fue un elemento que transversalizó las exposiciones de quienes integraron este panel. Al respecto opinó la Dra. Rebecca Powell Stanard: “No queremos llegar a su país y decir cómo lo deben hacer, queremos que nos enseñen cómo ustedes lo hacen, y trabajar de conjunto en formas que los podamos ayudar a hacer mejor, a su manera, en su cultura, en su país”.
La reflexión de Powell está en sintonía con la filosofía de trabajo del Registro Internacional de Programas Educativos de Orientadores, organización creada en respuesta al creciente número de preguntas al Consejo para la Acreditación de Orientadores y Programas Educativos Afines (Council for Accreditation of Counseling & Related Educational Programs ?CACREP?), sobre la acreditación de programas fuera de EEUU. Durante el proceso de investigación, los expertos encontraron que existía mucha diversidad de idiomas y culturas, lo que dificultaba la aplicación de los estándares de CACREP de los EEUU en otros países. Para asumir el reto, se creó un Comité de Guía Internacional, integrado por profesionales de la Orientación provenientes de países como Malasia, EEUU, Italia, India, Turquía, Nigeria y Australia, así como una representación de la región Latinoamericana, en la búsqueda de diversidad cultural.
Al comentar su experiencia como miembro de este comité, Powell reconoció la riqueza del espacio grupal y la diversidad de saberes de quienes lo conforman como elementos que aportan a la construcción de conocimientos más integradores. Así planteó al respecto: “Es probablemente una de las discusiones más interesantes en las cuales he participado. De-construir el proceso de orientación, e identificar los elementos comunes, fue difícil y fascinante, porque cada miembro en la mesa teníamos nuestros propios puntos de vista culturales, que teníamos que dejar de lado. El Comité Guía desarrolló estándares que parecían ser aplicables a cualquier programa alrededor del mundo. Creo que fuimos muy exitosos en lograr esto”.
En otro orden, resultó interesante el abordaje del proceso de Supervisión Psicológica como un medio para asegurar una óptima calidad en el ejercicio de las prácticas de orientación. En torno a este tema giraron las reflexiones del Dr. James Benshoff y la MSc. Bárbara Zas, con la presentación de las ponencias: “Supervisión y calidad en la práctica de la Orientación Psicológica” y “Supervisión en Orientación Psicológica”, respectivamente. La riqueza de contrastar prácticas de supervisión en contextos diferentes fue uno de los saldos más significativos que dejó este último momento del panel.
En este sentido, ambos panelistas mostraron consenso acerca de que la Supervisión Psicológica constituye un proceso con un doble carácter: evaluativo-desarrollador y formativo-educativo; es decir, a la vez que evalúa al/la supervisado/a, le enseña mejores maneras de ejercer la Orientación, mediante la potenciación del desarrollo de conocimientos y habilidades para la Orientación Psicológica, tales como: la conceptualización de casos, el diagnóstico, el tratamiento, el autoconocimiento, así como el estilo o el modo personal de hacer la orientación, por sólo mencionar algunos.
Así lo expresó Benshoff al referirse a lo retador de llevar a cabo un proceso de supervisión: “El proceso de supervisión es complicado. Aprender a pensar como un supervisor y no como un orientador es difícil, porque tenemos tantas afinidades como orientadores, pero tenemos que pensar de forma diferente, porque cuando me siento con un cliente como un orientador, mi enfoque es completamente hacia el cliente, pero cuando me siento con el supervisado, mi enfoque es hacia esa persona, que también está trabajando con un cliente”.
Sin embargo, resultaron muy marcadas las diferencias respecto al estado del arte de las prácticas de supervisión en Estados Unidos y en Cuba. En el primer caso, se cuenta ya con programas formativos en Supervisión para orientadores/as psicológicos/as, que se implementan exitosamente y cada vez se acrecienta más la importancia del otorgamiento de licencias para los/as orientadores/as, lo que requiere que sean supervisados/as. Se han desarrollado además modelos de investigaciones para la práctica de la supervisión, e incluso la NBCC ha creado la categoría de “Supervisor Clínico Aprobado”.
Por otra parte, en el contexto cubano encontramos un bajo índice de utilización de este instrumento en las prácticas de Orientación Psicológica, debido a la falta de conocimiento y sistematización en el tema; además de la ausencia de programas de formación de supervisores en pregrado y posgrado. No obstante, cabe señalar que actualmente se ha logrado cierta concientización respecto a la necesidad de su uso en algunos grupos profesionales. Así lo apunta Zas al referirse a este cambio de perspectiva: “Se ha pasado del lamento y la queja improductiva a una estrategia más centrada en las fortalezas que poseemos como gremio para construir nuestros propios referentes y espacios formativos en la temática”.
Se podría decir entonces que en Cuba se están dando ya los primeros pasos para visibilizar la Supervisión Psicológica como un elemento esencial en las prácticas de orientación. Muestra de ello es la implementación de una asignatura optativa de Supervisión Psicológica en el nuevo plan de estudios de la carrera de Psicología, para los/as estudiantes de los últimos años, a la vez que se está confeccionando un libro de texto para dicha asignatura. Además, se constituyó un grupo pionero de formación de supervisores/as en Relaciones Profesionales de Ayuda Personal y Psicológica, que funciona desde hace más de un año, e intenta elaborar una propuesta de un futuro Diplomado en el tema, con el objetivo de generar un proceso de formación de supervisores/as que puedan multiplicar la experiencia.
La presentación de este panel suscitó disímiles intervenciones del público, pero en todas se identificó un elemento común: el llamado a repensar las prácticas de orientación psicológica que se implementan en Cuba. Para cerrar, quisiera retomar las palabras del Dr. Manuel Calviño, quien señaló: “Esta parte de la mañana de hoy, para nosotros está marcando un camino… Creo que necesitamos pensar como profesión muy seriamente en esto, establecer el rigor de la calidad de la certificación y acreditación de nuestras prácticas, y por qué no de nuestros programas de formación, no desde entidades administrativas, sino desde entidades profesionales. Y me gustaría expresarles la esperanza y el deseo de que ellos –refiriéndose a los panelistas- colaboren con nosotros en esta tarea”, dejando abierta así la brecha para labrar un camino conjunto hacia el perfeccionamiento de la Orientación Psicológica en Cuba.