Crisis en Cuba impacta también cotidianidad de animales afectivos

La profunda crisis económica que vive hoy Cuba impacta también en la cotidianidad de los animales afectivos.

Tomado de: www.ipscuba.net
Foto: Archivo IPS Cuba

 Sin una ley de protección animal, un viejo reclamo, y en un contexto de emigración, abandono de mascotas y escasez de alimentos, este asunto continúa preocupando a animalistas y protectores, que en su generalidad tienen que hacer malabares para dar de comer a sus propios animales.

“Cada día es más complicado darles de comer, ya no hay casi arroz o resulta muy costoso, no aparece harina de maíz, hasta el boniato ha subido de precio. Eso sin contar la proteína que necesitan”, dijo Angélica Solís, dueña de un dálmata y una chihuahua, residente en La Habana.

Para Liset Fernández, que cuida a dos gatas, también está el tema de los medicamentos y las consultas del veterinario: “Si quieres que te lo atiendan bien, con todos los exámenes que llevan, casi nunca baja de los miles”.

Víctor Hernández recogió de la calle a Negrito, cuyos dueños emigraron. Con cierta periodicidad debe llevarlo al veterinario, ya sea por un tumor que le extirparon en 2024 o por problemas de la piel o decaimiento.

“Cuando veo que se pone mal, no reparo en gastos, lo monto en la moto y lo llevo adonde me recomienden esté mejor la atención, pero sé que hay muchas personas que aunque quisieran, no están hoy en condiciones de mantener a sus mascotas”, dice el joven, quien tiene un empleo nocturno en una cafetería.

Esa es una realidad de quienes tienen hoy mascotas en Cuba, donde también la alimentación humana es un quebradero de cabeza.

“Si está dura la situación para alimentar a las personas, los animales no pueden competir con eso”, lamentó Solís.

De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística e Información (Onei), en marzo pasado, el precio de una libra de boniato, empleado tradicionalmente también en la alimentación animal, oscilaba en La Habana entre 45 y 150 pesos, según el mercado.

En el caso del arroz, que cuando había una relativa disponibilidad era empleado como base de alimentos para mascotas, fluctuaba en la capital entre 180 y 340 pesos.

Continúan los reclamos

En un reciente espacio creado en el sitio Cubadebate, María Gloria Vidal, se refirió a los antecedentes de la protección animal, entre ellos, una orden firmada durante la intervención estadounidense, en mayo de 1900 que establecía castigos para actos de maltrato y abandono de mascotas.

Aunque la percepción gubernamental acerca de la necesidad de atender los asuntos relacionados con la protección y el bienestar animal ha evolucionado, desde el activismo se sigue reclamando una ley, en lugar del actual Decreto Ley no.31 de 2021, al considerarlo insuficiente, pues mucho daño queda impune.

En las redes sociales se publican estos reclamos. A propósito del Día del Perro, el grupo Cubanos en Defensa de los Animales (Ceda), enumeró varios tipos de maltrato: el perro que golpean sin consecuencias, la camada de gatos que tiran en el basurero, el caballo bajo el sol al que le dan latigazos, los animales en precarias condiciones en los zoológicos, aves cazadas y traficadas, entre otros.

Por ello, publicó Ceda en Facebook, “Donde quiera que hay un animal en Cuba, necesita que sus necesidades básicas y derechos mejoren y sean defendidos. Por eso queremos una Ley de Protección Animal que se aplique y sea más severa que el actual Decreto Ley, que no es suficiente para disminuir el maltrato animal”.

¿Algo para celebrar?

En ese contexto, en Cuba se recordó el Día del Perro, con la tradicional peregrinación a la tumba de Jeanette Ryder (1866-1931), filántropa estadounidense que residió en el país hasta su muerte, recordada por su amor hacia los animales y su labor en pro de su bienestar y cuya tumba ha devenido símbolo de la lucha por los derechos de los animales.

En esta ocasión se recordó también a Nora García, fallecida en marzo pasado, quien durante más de 25 años dirigió la Asociación Cubana para la Protección de los Animales y las Plantas (Aniplant), que fue durante muchos años la única asociación de su tipo legalmente reconocida en Cuba.

Con una presencia de protectores, animalistas y activistas inferior a años anteriores, en la ceremonia representantes de la comunidad animalista de Cuba portó carteles con la frase: Ley de Protección Animal. No más demora.

En esta ocasión, al llamado de Aniplant, que tiene como órgano de relación al Ministerio de la Agricultura, acudieron representantes de organizaciones como las asociaciones de Producción Animal y de Técnicos Agrícolas y Forestales, entre otras.

En la actualidad Aniplant desarrolla periódicamente jornadas de desparasitación interna y externa, vacunación, corte de uñas, limpieza de oídos, en diferentes municipios; una práctica que por años desarrollaron con sistematicidad grupos independientes en sus ferias de adopciones, que tenían gran convocatoria. (2025)