Cuba presta atención a sus áreas protegidas

Áreas protegidas de Cuba.

Tomado de: www.ipscuba.net
FotoArchivo IPS

Con charlas, caminatas, avistamiento de aves, concursos, reconocimientos y siembra de árboles, indistintamente, en varios espacios de la geografía cubana, Cuba celebró su Día de las Áreas Protegidas, que en el archipiélago abarcan más del 22 % del territorio nacional.

La fecha de celebración es el 12 de abril porque en esa fecha, aunque de 1930, se aprobó el Parque Nacional Sierra Cristal; actualmente llamado Pico Cristal, el primer espacio protegido del país.

La acción central se realizó en la Sierra del Rosario, la primera Reserva de la Biosfera de Cuba declarada por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en 1985.

En La Habana, la Ensenada de Tiscornia, declarada área protegida el 24 de septiembre de 2021 bajo acuerdo del Consejo de Ministros, se realizó un encuentro que reunió a estudiantes de escuelas primarias del municipio Regla, donde se encuentra ubicada, en márgenes de la bahía.

Ariel Francia, administrador del área protegida, explicó en la jornada que este Paisaje Natural Protegido comprende una superficie total de 69.03 hectáreas, de ellas 16.26 marinas y 52.77 terrestres, todas pertenecientes al Consejo Popular Casa Blanca, del municipio habanero Regla.

Según explicó, desde 2012, aún sin ser declarada área protegida, el Grupo de Trabajo Estatal Bahía de La Habana que administra el área, ha realizado acciones de saneamiento ambiental, a través de procesos de biorremediación.

Entre ellas, se logró transformar un herbazal ubicado en una parcela, convertida en bosque, y se inició la restauración del mangle rojo en la primera línea de costa a partir del empleo de técnicas novedosas, el llamado método Riley, que se aplica de forma experimental desde 2018.

Entre los principales valores naturales y paisajísticos que hoy conserva se encuentra el único relicto (ecosistemas fraccionados por causas antrópicas y/o naturales) de bosque de mangle de la Bahía de La Habana, donde se puede observar un sistema de humedales que reportan las cuatro especies de mangle:  mangle rojo, mangle prieto, yana y patabán.

Valores

La Ensenada de Tiscornia destaca por su rica biodiversidad ya que es el único relicto de mangle de la Rada Habanera que se conserva con las cuatro especies de bosques, además el espacio cuenta con plantas endémicas de este ecosistema como es el caso de la Borrichia cubana (romerillo de costa).

En la zona existe vegetación ruderal, vegetación influida por la inundación, herbazal de ciénaga, de pantanos y de costa arenosa. A su vez, puede encontrarse el helecho de ciénaga y el romerillo de costa, esta última endémica local para La Habana, y especies forestales como la majagua de la Florida y el copal, especie endémica.

La avifauna está integrada por 43 especies agrupadas en ocho órdenes, 14 familias y 30 géneros, entre ellas, aves marinas y acuáticas como pelícanos, varias especies de gaviotas, playeritos, garzas y guinchos, así como terrestres: palomas, tojosas, sinsontes y canarios de manglar.

Además, se encuentran variedades de peces y crustáceos, todo esto le confiere un importante valor conservacionista al área.

Áreas protegidas en Cuba

En la actualidad en Cuba existen 230 Áreas Protegidas, Reservas Naturales (4), Parques Nacionales (14), Reservas Ecológicas (34), Elementos Naturales Destacados (39), Refugios de la Vida Silvestre (92), Paisajes Naturales Protegidos (28) y Áreas Protegidas de Recursos Manejados (19).

El Artículo 30 de esa norma indica que se entiende por áreas protegidas las partes del territorio nacional declaradas con arreglo a la legislación vigente e incorporadas al ordenamiento territorial, de relevancia ecológica, social y cultural en el ámbito nacional y local.

En algunos casos, agrega, estas son de relevancia internacional, especialmente consagradas, mediante un manejo eficaz, la protección y el mantenimiento de la diversidad biológica y los recursos naturales, históricos y culturales asociados, con el fin de alcanzar objetivos específicos de conservación y uso sostenible.

De acuerdo a su connotación para la identificación, reconocimiento, declaración o aprobación, estructuración y funcionamiento se establecen dos niveles de clasificación:

de significación nacional y de significación local.

Las personas naturales y jurídicas que tengan bajo su administración áreas

protegidas están obligadas a cumplir y hacer cumplir las disposiciones de esta Ley y demás regulaciones ambientales vigentes, y a ejecutar las acciones aprobadas en los planes y normas de manejo para cada área, conforme se establece en la legislación específica. (2025)