Debates sobre género y racialidad en las artes visuales cubanas

La ponencia “Las mujeres afrodescendientes en el discurso visual cubano. Algunos comentarios sobre su representación”, de Leidys Raisa Castro, ofreció un análisis desde la sociología visual y los estudios de género.

Foto: Archivo IPS Cuba
Tomado de: www.ipscuba.net

Los principales aportes en el tratamiento de temas de género y racialidad por las artes visuales cubanas centraron los análisis durante un reciente taller convocado por el Instituto Cubano de Investigación Cultural (ICIC) Juan Marinello, en esta capital.

De acuerdo con la convocatoria, el espacio tuvo la intención de “dialogar sobre las relaciones complejas que se dan entre las artes visuales y las cuestiones raciales y de género, teniendo presente que Cuba constituye una sociedad poscolonial y con una estructura falocéntrica, donde la raza y el género, como construcciones sociales, adquieren una importancia cardinal dentro del tejido social”.

El taller “Las artes visuales en Cuba: una mirada desde el género y la racialidad” constituyó una de las acciones de participación del ICIC en la implementación de los programas nacionales contra el racismo y la discriminación racial, así como para el adelanto de la mujer.

Para el investigador Rafael Acosta de Arriba, “la fotografía ha sido y continúa siendo un instrumento fundamental en la construcción de la identidad de un país, a través de las distintas formas en que ha imaginado y representado al otro”.

A su juicio, “los estudios de género, lo racial, las diferencias de orientación sexual, la desigualdad social, la pobreza y lo marginal y otros componentes de la sociedad, encuentran en las imágenes fotográficas una representación que contribuye a conformar ideas y enfoques culturales que los legitiman”.

Racialidad y fotografía

En su ponencia “Fotografía, racialidad y cuestiones de género: las imágenes de las ausencias”, Acosta de Arriba realizó un recorrido por los principales hitos y funciones sociales de la fotografía en la historia cubana.

De acuerdo con el historiador, a finales de los años 80, pero con mayor visibilidad a inicios de los 90, se produjo el gran cambio en la visualidad del arte cubano.

“Juan Carlos Alom, Ramón Pacheco, Marta María Pérez, Cirenaica Moreira, Abigail González, Jaime Prendes -entonces comenzando- y el veterano Roberto Salas, entre otros, producen imágenes de cuerpos en desnudos artísticos sobre lo religioso, lo sexual, lo marginal”, comentó.

Según el investigador, estos aportes revolucionaron la imagen fotográfica cubana: “fueron miradas de densidad sociológica y antropológica, de actualización de los códigos visuales internacionales en Cuba, de crípticos discursos místicos religiosos afrocubanos, de abandono de la imagen fetichista y exótica del negro”.

Asimismo, enfatizó que “colocaron el discurso racial en el primer plano de la escena artística nacional”.

Por otra parte, la ponencia “Las mujeres afrodescendientes en el discurso visual cubano. Algunos comentarios sobre su representación”, de Leidys Raisa Castro, realizó un análisis del tema desde la sociología visual y los estudios de género.

Para la investigadora del ICIC, en los últimos años, los temas reivindicativos de denuncias sociales “se han solidificado dentro del panorama visual cubano”.

En tal sentido, durante su intervención en el taller, destacó el rol de diversas artistas en el proceso de cambio conceptual en la visualidad cubana en los años 80: “en estos debates hubo una importante presencia de artistas mujeres con poéticas propias representativas de su condición de género y racial”.

Sujetos queer en la fotografía cubana

Como parte del espacio, también se presentó la ponencia “El corazón por la boca: sujetos queer en la fotografía cubana”, del escritor y crítico de arte Maykel José Rodríguez, que realizó un recorrido por esas identidades presentes a lo largo de la historia de la fotografía contemporánea de la isla.

De acuerdo con Rodríguez, durante varias décadas, algunos artistas de Cuba se encargaron de generar obras que pudieran ser interpretadas y analizadas desde la perspectiva del arte queer.“Debemos considerar, en mi opinión, como arte queer, aquel que refleje procesos de construcción de identidades sexuales y de género de personas no cisnormadas, es decir, no heteronormadas”.

Entre los artistas “que se han acercado de manera seria y notable” a estos temas, el crítico de arte incluyó a Eduardo Hernández (series fotográficas: Homo-Ludens, Objetos del deseo, Fragmentos clásicos, Espejismos, Cuerpos frágiles, Strong); Alejandro González (serie Conducta impropia); Carolina Vilches (serie Espejos del alma); Raúl Cañibano (serie Travestis) y Javier Azcuy (serie Mimi, entre ser y no ser).

Asimismo, Rodríguez destacó la fuerza de las obras de Eduardo Rodríguez, Enrique Rottenberg, Álvaro José Brunet, Yanahara Mauri, Elio Rodríguez y Yailén Ruz.

Con relación a las series “Donde habita la quimera (I y II)”, de Yailén Ruz –ensayos fotográficos de familias homoparentales de lesbianas– señaló el valor de un acercamiento desprejuiciado.

“Yailén se inserta en las familias y convive con ellas. Así hace las fotografías que, aunque centradas sobre todo en la dinámica infantil en ese contexto, abordan lo lésbico desde una mirada muy seria y desprejuiciada”, señaló.(2022)