Debemos garantizar el respeto por los derechos humanos de las personas migrantes

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Tomado de: www.clacso.org

(Transcripción de la Columna de Karina Batthyány
en InfoCLACSO – 28 de octubre de 2020)

Hacia la Novena Conferencia CLACSO 2021

El pasado Jueves y viernes tuvimos, de manera virtual, la reunión de nuestro Comité Directivo que se hace dos veces al año con todos los representantes elegidos por la Asamblea de CLACSO de las ocho regiones que hoy la conforman. Es un momento importante porque, en primer lugar, es de presentar lo hecho en los últimos seis meses, de recibir las opiniones, de recibir comentarios, pero también -quizás esa es la parte más importante- de planificar hacia adelante los siguientes pasos: los planes de trabajo para el 2021 en este caso. Un 2021 que es muy particular, porque está marcado (sobre el fin de ese año) por nuestras asambleas, que cada tres años se hacen en CLACSO, y por la Conferencia Regional de Ciencias Sociales (la Novena en este caso). Así que estuvimos trabajando en torno a la planificación para todo el 2021 y cómo organizar tanto la asamblea como la conferencia. Conferencia que es un espacio, además, por excelencia de reunión de las Ciencias Sociales y las Humanidades a nivel de América Latina y el Caribe pero también del mundo, porque contamos siempre con participación de otras regiones. Volveremos a reunirnos seguramente en el mes de marzo o abril ya de 2021. Y siempre es muy interesante también el intercambio de lo que está ocurriendo con las ciencias sociales y con la vida en definitiva en cada uno de estos países y regiones de CLACSO. Podemos ya decir lo que está decidido por el Comité Directivo: efectivamente la Novena Conferencia CLACSO 2021, va a tener lugar en ciudad de México, en la sede de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), una de las mayores universidades públicas de nuestra región, entre el 7 y el 11 de noviembre del año próximo. Desde ya, por supuesto, todos y todas invitadas, tanto a asistir presencial o personalmente -esperemos que esta situación sanitaria cambie y eso sea posible-, como a los espacios que siempre se transmiten desde CLACSO.tv, CLACSO Radio y los distintos canales que CLACSO para difundir sus actividades.

Coyuntura regional: Chile y el plebiscito por una Nueva Constitución

Así como la semana pasada marcamos la importancia de lo ocurrido en Bolivia, ahora es conveniente marcar la importancia y la significación que tiene para toda la región lo ocurrido en Chile el pasado fin de semana, donde prácticamente el 80% de quienes asistieron a votar optaron por tener una Nueva Constitución. Una Nueva Constitución que no quiere decir cualquier cosa en este caso, sino dar por tierra finalmente con la Constitución de la época de Pinochet, la Constitución pinochetista, y la Constitución que además en muchos de sus articulados, componentes, consagraba las medidas neoliberales que tanto han regido a Chile en estos años y que sin dudas estuvieron en el origen de las protestas y las movilizaciones sociales de hace un año. Este plebiscito es en parte, creo yo, una respuesta a esas movilizaciones sociales y ahora por supuesto se abre un camino de trabajo, de discusión, pero con la segunda decisión que tomó en pueblo chileno el domingo pasado: generar una convención constituyente que permite que efectivamente sean electos de manera directa quiénes van a redactar esta Constitución. Es significativo lo que ocurrió en Chile. Es significativo si lo sumamos también al proceso de lo que vivimos en Bolivia hace una semana. Quizá empiezan a verse algunas luces en este camino de América Latina y el Caribe en estas situaciones tan complejas en las que estamos.

Hoy te he paseado por diferentes temas de la coyuntura, pero no quiero dejar de lado las temáticas que en general sueles tratar en esta columna. ¿Por donde tenías pensado ir en este mapeo que vamos haciendo?

Efectivamente, como venimos hace algunas semanas tratando de ver alguno de los ejes que queremos desde CLACSO impulsar para organizar esos espacios de reflexión, intercambio y construcción hacia nuevos consensos en la búsqueda de las alternativas en el marco de la crisis que estamos viviendo actualmente en nuestra región y me pareció oportuno pensar también las alternativas o las oportunidades que nos dan esta crisis (Covid-21) para repensar las migraciones y la movilidad humana. Como abordamos hace algunas semanas, sabemos obviamente que antes de la pandemia ya teníamos una crisis migratoria muy severa en nuestra región. Pensemos, por ejemplo, en los movimientos de población en el caso de Colombia, de Venezuela, que se han profundizado con la llegada de la pandemia y con la crisis sanitaria que estamos viviendo.

Claramente el cierre de fronteras, el refuerzo de las medidas de seguridad que se están tomando y los efectos de las políticas de seguridad en el marco sanitario o justificadas en muchos casos por la crisis sanitaria, esto tiene un efecto sobre la población migrante que nos obliga a reflexionar sobre el tema de la migración y sobre el tema más en general de la movilidad humana. Y no solo a reflexionar sino a tomar medidas que protejan concretamente a los y las migrantes en este contexto.

Si nos planteamos en algunos países al menos que la apertura de fronteras parece ser inviable, lo que por lo menos debemos garantizar es el acceso universal a la salud y al respeto de los derechos humanos de las personas migrantes y que puedan acceder a una cobertura de salud (aún obviamente cuando no están en sus países) y también a los programas de ayuda que los distintos gobiernos y países están poniendo a disposición de la población en general frente a la situación de la pandemia.

Tenemos que tener claro que esto es particularmente importante en el caso de las millones de personas que están en movimiento, personas migrantes, personas refugiadas, personas desplazadas internamente también aun dentro de los propios países, que se vieron obligadas a salir de sus hogares por distintas razones, producto en muchos casos de la violencia o de algunos desastres ambientales-climáticos o también de situaciones políticas y sociales. Tenemos también que recordar lo que dijimos algunas semanas, que en general se encuentran en situaciones de mayor precariedad estas personas y que los afecta de una manera particular la crisis socioeconómica, porque muchas de ellas están insertas en sectores de la economía en nuestros países (sectores informales como les decimos habitualmente) que no tienen acceso a ningún tipo de protección social. Además, esto se agrava con la crisis de protección por las restricciones que se están estableciendo a nivel fronterizo en muchos países, a nivel global, ya no solo de América Latina y el Caribe. Los últimos datos de Naciones Unidas dice que 150 países han instalado este tipo de restricciones en las fronteras para contener la propagación del virus y que por lo menos 99 países no hacen ninguna excepción en los caso de las personas que solicitan asilo por motivos por ejemplo de persecución política.

Recordemos también cómo la pandemia, el Covid-19, el Coronavirus (lo mencionamos en alguna otra columna) ha exacerbado también la xenofobia, el racismo y la estigmatización hacia la población migrante. Y no nos tenemos que olvidar el caso particular de las mujeres y las niñas (que lo mencionamos en nuestra columna de Migraciones), donde la precaria situación que ya tienen se vuelve todavía peor por los riesgos de mayor exposición a la violencia, al abuso y a la explotación por razones de género.

Entonces, ¿de qué estamos hablando? Estamos hablando de una oportunidad para replantear la movilidad humana, defendiendo la dignidad humana frente a la pandemia, defendiendo los derechos humanos de todos y de todas. Y quizás aprendiendo de algunos países (pocos) que han mostrado cómo es posible tener ciertos controles sobre los desplazamientos en estos momentos de pandemia, pero respetando plenamente los derechos humanos de todas las personas y particularmente de la población refugiada.

En términos de las medidas socioeconómicas, volvemos a insistir en la necesidad de que esta población migrante pueda acogerse a los beneficios que los distintos estados están dando en el marco de la crisis sanitaria y también que puedan acceder a las políticas o los beneficios que se puedan estar dando por parte de algunos organismos internacionales al respecto.

Es importante entonces que repensemos el fenómeno también de la migración en el largo plazo. Repensar el fenómeno de la migración tratando de abandonar la estigmatización de las y los migrantes y enfocando en las causas reales de esa migración, en las causas económicas, políticas, sociales, de esa migración que en búsqueda de mejores condiciones de vida obliga a muchos y a muchas a emprender la migración. Y también implica el reconocimiento a futuro de la migración y la movilidad como un derecho humano también básico. Para eso es necesario tener todas las medidas de planificación, de cooperación entre los distintos países para respetar este derecho humano a la movilidad. El desafío entonces que nos queda planteado es garantizar que los desplazamientos se produzcan en el marco del respeto a los derechos humanos, de una forma justa y mutuamente beneficiosa; y dejando de lado (vuelvo a insistir) todos los estigmas que tan fuertes están en nuestra región asociados a la población migrante.

En relación con las migraciones y al registro que tenemos en América Latina y el Caribe, recuerdo una charla que dio Manuel Rivera, integrante del Comité Directivo de CLACSO, pero también con gente del COLEF, y comentaban un detalle muy interesante: que los procesos migratorios de Centroamérica hacia México y Estados Unidos tenían casi una constancia en el tiempo que se sostenía. Pero por momentos los medios de comunicación retomaban eso como un dato para mostrar, para enfocar, y en otros no. Pero las desgracias por la que pasaban, las dificultades por las que atravesaban, la falta de contención de parte de esos estados  que atravesaban esos procesos migratorios con esa gente iba de un lado a otro, a veces eran visualizados y otra veces no. Es importante poner en el eje de las temáticas inclusive cuando no están en esa agenda de temas que a los medios de comunicación no les llaman la atención.

Absolutamente. Y muchas son utilizados estos fenómenos digamos de los contingentes migrantes. Claramente en el caso de Centroamérica es así. Recordemos las famosas caravanas de las que los medios nos hablaban el año pasado  sin ir más lejos, son utilizadas en el sentido de la estigmatización que decía antes. Es un fenómeno constante, pero se pone la lupa cuando se quiere pasar a ese sector de la población la responsabilidad por alguno de los procesos sociales que se están enfrentando. Entonces, ¿de quién es la culpa? La culpa es de los migrantes; son los migrantes quienes vienen a causar problemas para sociedades que se supone funcionan de manera integrada. Absolutamente falso todo eso, por supuesto. Pero, como tú bien dices, se coloca el foco cuando conviene y siempre de manera estigmatizada. Son pocos los abordajes que hablan de las migraciones y la movilidad como un derecho que tenemos todos y todas a buscar lo que consideramos mejor para nuestra vida cotidiana, para nuestro desarrollo personal, familiar, etcétera.