Autor: Bárbara Zas Ros, Vivian López González y Celia García Dávila. Artículo publicado en CD Caudales 2011, Editorial Acuario, Centro Félix Varela – CIPS, ISBN 978-959-7071-79-2, La Habana
La concepción del deporte para el desarrollo se ha estado visualizando en los últimos años porlas ciencias sociales, como una categoría de utilidad para el abordaje de los procesos detransformación social. El deporte colectivo, que parte de los presupuestos de “dar todo, lomejor para todos, para el triunfo”, gana una nueva acepción: es una herramienta para lograr dartodo en el plano de las relaciones humanas, de los valores humanos, del desarrollo humano.
No parece haber lugar para dudas sobre el hecho de que la práctica de deportes colectivos,además de ser un medio de recreación y entretenimiento, al demandar accionesmancomunadas puede favorecer aprendizajes colaterales en el ámbito de las relacionesinterpersonales. Sin embargo pretender que este tipo de prácticas puedan ser organizadas,orientadas y realizadas para incidir en la modificación de ciertas conductas cotidianas o elaprendizaje de nuevas formas de vivir más acordes con patrones de comportamiento socialadecuados y comportamientos saludables, pretender que el deporte colectivo se convierta demanera controlada en un medio facilitador de experiencias de transformación social, lleva a laimperante necesidad de diseñar una forma diferente de práctica de los mismos. Prácticas quedeben permitir aprovechar mejor sus potencialidades para el logro del fin propuesto. Este hasido el propósito central del proyecto “Deporte en el barrio: el reto de vivir mejor”, que se estádesarrollando desde el año 2006 en el barrio capitalino de “La Timba”.
Dada la carencia de programas y estudios sistematizados que utilicen el deporte colectivo comoinstrumento facilitador de cambios psicosociales, como instrumentos de la transformaciónconsciente y orientada, los resultados favorables que hemos obtenido con la realización de esteproyecto, pueden servir de referencia para impulsar otros similares en diferentes comunidades deCuba y de Latinoamérica. Socializar el programa desarrollado como resultado de la experienciaque referimos y que aun continua progresando, es el eje central de la presente comunicación.