Autor: Ernesto Chávez Negrín
Publicado en: Revista Temas, (89-90), 104-110.
El envejecimiento demográfico es un proceso de importancia creciente, que se deriva del cambio de los patrones reproductivos de la población —fenómeno conocido como transición demográfica. Este se inicia con niveles elevados, y semejantes entre sí, de natalidad y mortalidad, y finaliza —luego de dos etapas intermedias— con niveles también similares, pero reducidos, de ambas variables (Chávez et al., 2010). El envejecimiento poblacional o demográfico puede definirse como el incremento de la proporción de personas de 60 años o más con respecto al conjunto de la población a la que ellos pertenecen y, en especial, en relación con los niños y adolescentes menores de 15 años (Durán y Chávez, 1998). Su causa fundamental es la reducción de la fecundidad, pues con ello se estrecha la base de la pirámide de edades y se incrementa, en consecuencia, la significación porcentual de los adultos mayores.
En Cuba, la primera fase de la transición demográfica terminó hacia 1930, la segunda llegó hasta mediados de los años 60, la tercera concluyó a fines de los 70, y a partir de entonces hasta la actualidad se extiende la cuarta etapa, caracterizada por niveles muy bajos de natalidad y mortalidad (Durán y Chávez, 1997). Por tanto, el proceso de envejecimiento se ha acelerado, como se aprecia en la Tabla 1