Nacimiento del CIPS
El CIPS se crea como resultado de la conversión del Instituto de Ciencias Sociales (ICSO) de la Academia de Ciencias de Cuba en tres centros. […] La decisión tuvo su antecedente en los acuerdos del I Congreso del Partido realizado en 1975. Allí se reconoció oficialmente, por primera vez en la historia del país, la importancia de las investigaciones sociales para la dirección de la sociedad.
Este enfoque dio lugar, inicialmente, a un proceso de fortalecimiento del ICSO por medio de la selección de especialistas de distintos centros del país. Entre ellos estuvo la Dra. Daysi Rivero, que provenía de la Universidad de La Habana y fue ubicada como directora del ICSO; la Dra. Ángela Casaña que era profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, y pasó a ser jefa del departamento de Psicología; yo, que trabajaba en el Centro Técnico de Vivienda y Urbanismo y fui ubicado como jefe del departamento de Investigaciones Socioeconómicas y el compañero Jorge Ramírez Calzadilla que provenía del Ministerio del Interior.
Estos son los casos que recuerdo. Unos meses después de estar trabajando en el ICSO, la Dra Daysi Rivero creó una comisión integrada por Calzadilla, Karelia Barreras, Daysi González y yo para formular la propuesta de creación de un Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas. Asumimos la tarea con mucho entusiasmo y en pocas semanas estuvo lista la propuesta que fue aprobada por la Presidencia de la Academia y por el Comité Central del PCC, así nació el CIPS. Ángela fue designada directora del nuevo centro y yo subdirector científico. A mi juicio, el nacimiento de la institución tuvo un significado especialmente importante. CIPS es el primer centro de investigación, en la historia de las ciencias sociales cubanas, oficialmente dedicado a las investigaciones psicológicas y sociológicas. La decisión adquirió mayor significado por el hecho de que, en aquellos momentos, aún predominaba en el país una visión heredada de una corriente de pensamiento que tuvo lugar en los países socialistas, que consideraba, especialmente a la sociología, como ciencia burguesa.
Primeras investigaciones
Solo unos meses después de creada la institución, a solicitud del Comité Central del Partido, fue constituido un grupo de investigación Cuba-Angola para investigar la estructura, dinámica e implicaciones de los componentes étnicos en el proceso de aquel país. Fui designado jefe del proyecto por la parte cubana y el equipo quedó conformado con investigadores del CIPS, de las facultades de Psicología, Economía e Historia de la Universidad de La Habana, el Centro de Antropología y el Instituto de Literatura y Lingüística de la Academia de Ciencias. Por el CIPS participaron Karelia Barreras y María Isabel Domínguez, en aquel momento una joven casi recién graduada, cuyo talento era muy evidente. No fue una investigación bibliográfica sino un trabajo de terreno que abarcó todos los territorios del país, incluidas las zonas de guerra y que tuvo dos años de duración. […] aquel proyecto, cuyos resultados aún son clasificados, […] fue uno de los primeros en que participó el CIPS, el primero de carácter internacional y uno de los más importantes y menos conocidos en las ciencias sociales cubanas. Al regreso de Angola fui designado Director de la rama de ciencias sociales en la Academia de Ciencias y dejé de ser miembro del CIPS, hasta que en 1996 regresé, en esta ocasión para cumplir las funciones de director.
En 1986 se iniciaron los primeros Programas Nacionales de Ciencia y Técnica […] El primer programa nacional de ciencias sociales fue “LaFormación de la Juventud” y el CIPS fue la institución que ejecutó el mayor número de proyectos dentro de él. Algunos de esos proyectos se convertirían después en grupos que continúan hasta hoy. […] El CIPS ha colocado como centro los problemas de la sociedad.
Uno de los rasgos que ha caracterizado a la institución es el predominio de los enfoques problémicos sobre los disciplinarios. Esto ha sido una fortaleza en su trayectoria. Si bien el diseño institucional básico descansa sobre dos disciplinas específicas (psicología y sociología), en la práctica, los criterios utilizados para seleccionar los objetos de investigación han sido esencialmente problémicos. La lógica predominante ha ido de la realidad social a la ciencia y no a la inversa, lo cual constituye un mérito, máxime en las circunstancias del mundo actual. […] Por encima de su basamento disciplinario, el CIPS ha colocado siempre en el centro de su atención los problemas concretos de la sociedad. Por ello, cuando se echa una ojeada a la agenda científica de la institución a lo largo de su trayectoria, se aprecia que la absoluta mayoría de los temas que la componen han sido de especial relevancia. Temas como estructura social, religión, juventud, trabajo, familia o desarrollo local no constituyen elucubraciones academicistas, sino problemas reales de la sociedad.
Otros dos rasgos que se reiteran en la práctica de estas dos décadas y media y que me parece importante subrayar son: la sistemática orientación al diálogo con los centros de toma de decisión y la producción científica no limitada al diagnóstico y a la evaluación de problemas, sino también a formular propuestas de solución. Estos rasgos se ponen de manifiesto en los amplios y sostenidos nexos con distintas instancias del Partido y el Estado. A lo largo de estos 25 años han abarcado departamentos del Comité Central, ministerios, gobiernos provinciales y municipales, empresas, organizaciones de masas, instituciones educacionales y muchas otras. El CIPS no ha sido una institución donde ha prevalecido una visión academicista de la investigación social, que reduce el criterio de éxito a la publicación, sino por el contrario, un Centro que históricamente ha suministrado a las instancias de toma de decisión elementos de juicio, propuestas de solución y aunpronósticos sobre problemas estratégicos de la sociedad. A ello se une un considerable número de publicaciones dentro y fuera de nuestro país.
Algunos de los principales impactos…
Entre las decisiones políticas de nuestra Revolución en que los resultados de investigación del CIPS han desempeñado una modesta contribución pueden mencionarse los que a continuación enumeramos. La eliminación del ateísmo como requisito para el ingreso a las filas del Partido.
Los elementos aportados por las investigaciones del departamento de Estudios Sociorreligiosos, en especial los de nuestro inolvidable compañero Jorge Ramírez Calzadilla, desempeñaron un papel en esta dirección. El reconocimiento del papel del trabajo social en la construcción del socialismo. Primero los trabajos de la compañera Karelia Barreras aportaron elementos significativos en esta dirección, después los resultados de investigación sobre la juventud enviados al Comandante en Jefe a finales de la década del noventa reafirmaron y ampliaron esta idea. De igual modo los resultados obtenidos en las investigaciones sobre la juventud durante las décadas de 1980 y 1990 aportaron elementos para la formulación inicial de los programas de la Batalla de Ideas. Su esencia consistió en demostrar que, en la construcción del socialismo desde un bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas, la propiedad social sobre los medios de producción es necesaria, pero no suficiente para eliminar las desventajas históricas de diversos componentes de la estructura social, estas tienden a reproducirse aun en esos marcos y es necesario implementar programas orientados a garantizar la equidad de oportunidades.Otras importantes investigaciones realizadas o dirigidas desde el CIPS desde su nacimiento han sido: el estudio sobre la población penal de Cuba, realizado en la década del ochenta bajo la dirección de Ángela Casaña, en aquel momento directora de la institución; la investigación sobre el proceso de reclutamiento de personal para la Policía Nacional Revolucionaria en la región occidental del país, realizada por el departamento de Estudios del Trabajo; la dirección y participación en el estudio sobre el proceso de comercialización de los productos agroalimentarios en Ciudad de La Habana (la cual demostró que la denominada ley de oferta ydemanda se neutraliza por el surgimiento de redes informales dominadas por los intermediarios en detrimento de productores y consumidores).Asimismo, la dirección y participación en el Grupo Técnico de la Comisión Interministerial para el Trabajo Comunitario Integrado, constituida por siete ministros y presidida por la Dra. Rosa Elena Simeón. Como resultado de los estudios se elaboró un informe presentado a la Asamblea Nacional con un conjunto de propuestas aprobadas en su totalidad. Algunas de ellas aún permanecen pendientes de ejecución. Al calor de aquel trabajo surgió uno de los proyectos de colaboración internacional en Desarrollo Local más importantes y de mayor monto financiero en el país, el realizado con la ONG canadiense Alternatives. También se creó el Grupo de Desarrollo Local del CIPS que, recientemente, ha sido transformado en una nueva institución, el Centro de Desarrollo Local (CEDEL). […] considero que sería muy importante hacer una revisión de los archivos históricos del CIPS. Por las características de las ciencias sociales cubanas y por el período histórico que ha vivido y vive nuestro país, la investigación social constituye un tipo de actividad cuyas características a veces no son conocidas ni por los miembros de las instituciones que son sus protagonistas. El paso del tiempo tiende a generar olvido, pero los hechos fueron reales. No se trata de magnificarlos ni de minimizarlos, sino de verlos en su lugar y papel real con el fin de extraer las lecciones pertinentes, tanto de aciertos como de errores. Esa documentación tiene un valor que transita por esta institución, que han tenido mayor o menor trascendencia para la historia del país. La labor realizada por el CIPS durante este cuarto de siglo ha tenido una innegable trascendencia para la vida del país, no siempre conocida y aun menos sistematizada, pero real e importante para las ciencias sociales y para la sociedad en su conjunto.
En el ámbito de las ciencias sociales internacionales
Las acciones del CIPS en el ámbito internacional han sido muchas y variadas, también lo han sido sus impactos. Desde mi experiencia personal, entre las de mayor impacto pueden mencionarse la presencia del CIPS en la dirección del Working Group del Programa Cuba, auspiciado por Social Sciences Research Council de Estados Unidos y la Academia de Ciencias de Cuba. A través de este dispositivo se organizó la visita a nuestro país de figuras de relieve mundial como Inmanuel Wallerstein, Neil Smelser, Eric Ollin Wright, Atilio Borón y otros; se recibieron publicaciones, a las que no se tenía acceso hasta ese momento, que nutrieron los centros de documentación del CIPS y de otras instituciones; se obtuvo financiamiento para proyectos de investigación; se realizaron intercambios de especialistas; se establecieron contactos con importantes universidades como Harvard, Berkeley, Stanford, Columbia, Princeton y CUNY; y se logró participación en importantes eventos como el Congreso Mundial de Sociología realizado en Canadá. Otra acción de colaboración de fuerte impacto fue el proyecto de desarrollo local organizado en colaboración con la ONG canadiense Alternatives, que ascendió a una cifra cercana al millón de dólares canadienses, uno de los mayores que haya recibido Cuba en el ámbito de las ciencias sociales. Con Alternatives también fue concertada la participación del CIPS en eventos realizados en Canadá. De igual modo puede mencionarse la elección del director del CIPS como vicepresidente por América Latina del Consejo Intergubernamental del Programa MOST de la UNESCO; la destacada participación de investigadores del CIPS en los Congresos de ALAS, LASA y CLACSO, la colaboración con CRIES y la impartición de cursos de verano en la Universidad Autónoma de México. Un hecho de especial relevancia fue la visita al CIPS del presidente de la Asociación de Estados del Caribe, Dr. Norman Guirvan a inicios del año 2000.
Las acciones desarrolladas a lo largo de la vida del CIPS constituyen un significativo aporte a las ciencias sociales de Cuba, a la vez que un reflejo de la creatividad y el amor de sus trabajadores hacia la institución y hacia las ciencias sociales. La sistematización de su trayectoria puede jugar un importante papel en los procesos de formación de investigadores y cuadros de dirección, pues, el conocimiento de la historia resulta un elemento clave para desarrollar sentimientos de identidad, comprender mejor de dónde venimos y hacia dónde debemos encaminarnos.
Salones del CIPS, 24 de marzo de 2008