Experta cubana pide unidad en luchas antidiscriminatorias

El Programa Nacional de lucha contra el racismo y la discriminación en Cuba impulsa la articulación de actores y proyectos, destacaron participantes en el encuentro organizado por el CIPS, en La Habana.

Tomado de: www.ipscuba.net
Foto: Archivo IPS Cuba

A la par de avances en la agenda antirracista cubana y un auge de proyectos por la no discriminación, este problema social demanda de concertación y una plataforma común, que contemple las diferentes iniciativas, consideró la estudiosa Rosa Campoalegre, en la conmemoración del Día de la Cultura Africana.

En declaraciones durante un encuentro organizado por la Cátedra de Estudios Nelson Mandela, del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), en ocasión del 24 de enero, Campoalegre, al frente de esa cátedra, explicó las motivaciones para esa acción.

“En Cuba, las afrocubanas libramos la batalla y nos reunimos para socializar acerca del Foro Permanente Afro de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y sobre los turbantes, que “también son políticos, también son luchas”, dijo.

A juicio de Campoalegre, en la isla no existe un movimiento antirracista porque no existe una plataforma común.

Al respecto, aclaró: “existe un activismo afrocubano creciente, con nuevos espacios, que ha transitado de los proyectos socioculturales a las iniciativas y el emprendimiento económico, con incidencia política y cobertura nacional al mayor nivel político, con el Programa Nacional de lucha contra la discriminación y el racismo”, aprobado en 2019.

“Son otros tiempos para la lucha contra el racismo en Cuba y se ha ampliado, se ha diversificado mucho y hay también otros temas en agenda, entonces, qué nos hace falta: la clave de la nación cubana, la unidad. Necesita mucho más apoyo, pero lo importante es que va avanzando”, consideró Campoalegre.

Nace el foro permanente afro

El encuentro organizado por el CIPS tuvo el apoyo y la presencia de instituciones y proyectos, entre ellos, la Federación de Mujeres Cubanas, Afroestética, el Karibi, Ecorizos, Seres y la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, para actualizarse e intercambiar desde sus perspectivas.

Campoalegre, quien asistió al encuentro del Foro Permanente Afro de Naciones Unidas, en Ginebra, reflexionó acerca del nacimiento de este espacio, en el seno de la ONU, 20 años después que el existente para las cuestiones indígenas.

El foro, dijo, deviene mecanismo consultivo permanente para las afrodescendencias, los derechos humanos y está en consonancia con el programa de actividades del Decenio Internacional para los pueblos afrodescendientes.

Su mandato, indicó, encierra cinco cuestiones claves: contribuir a la plena inclusión política, económica y social de las personas afrodescendientes en las sociedades donde viven; proporcionar asesoramiento especializado; estudiar la posibilidad de elaborar una declaración de ONU sobre la promoción, la protección y el pleno respeto a los derechos de las poblaciones afrodescendientes.

A su vez, el foro tiene como mandato determinar cuáles son las mejores prácticas, retos, oportunidades e iniciativas y hacer un seguimiento y examen de los progresos para la implementación del programa del decenio.

Para Cuba, resultó relevante la participación desde un doble canal, como Estado y como sociedad civil; los diálogos de alto nivel, la integración como miembro pleno de la Articulación regional para el decenio y la visibilización y apoyo a las acciones de la escuela Más allá del decenio, de AfroClacso, con sede en Cuba.

Turbantes políticos

Durante el reciente encuentro en La Habana, Hildelisa Leal, del proyecto Afroestética, hizo un recorrido por la historia de los turbantes en África, India y Medio Oriente, sus orígenes entre los pueblos yoruba en el África subsahariana, así como su paso a América.

En este último continente, recordó, el uso del turbante entre las personas esclavizadas, sobre todo las mujeres, se hizo obligatorio para disuadir a dueños y capataces de plantaciones a perseguirlas, al considerarlas seres interiores.

Para Leal, “ser afrodescendiente no es mirar para atrás la esclavitud, sino más bien es rescatar esa fuerza y valor que dejaron nuestros antepasados”.

Según dijo, “debemos construir algo sólido, un presente con valores, que las personas que no sean afro puedan apropiarse de nuestra cultura, para trascenderla como se ha hecho con el uso del turbante, que hoy no solo es usado por nosotras”.

Otras personas participantes hicieron recomendaciones prácticas acerca del uso de los turbantes, cómo hacerlos, qué tipos de tejidos usar y cómo combinarlos.

En febrero, adelantó Campoalegre, se inaugurará la Casa Quintín Banderas –general negro que combatió en las tres guerras de independencia de Cuba –, y “estaremos ahí con el Programa Nacional de lucha contra el racismo y luego, se iniciará el Taller anual de la Cátedra Mandela, con participantes de todas las regiones del país”. (2023)