Tomado de: www.redsemlac-cuba.net
Por: Dixie Edith
Foto: Cortesía de estudiantes del curso
Mostrar las desigualdades y sus impactos en las personas debe ser divisa de la comunicación social y el periodismo, coincidieron periodistas, comunicadores e investigadores sociales durante un encuentro académico en La Habana.
Para la socióloga Geydis Fundora, se trata de incorporar a los análisis perspectivas interseccionales que “ayuden a poner de manifiesto la multiplicidad de experiencias de sexismo vividas por distintas mujeres o personas”, explicó durante el Curso de Posgrado de Género y Comunicación: Perspectivas para fomentar la igualdad, desarrollado por el Instituto Internacional de Periodismo José Martí (Iipjm), entre el 12 y el 16 de febrero.
Ese enfoque también implica visibilizar “la existencia de posiciones sociales que no padecen ni la marginación ni la discriminación, porque encarnan la norma misma, como la masculinidad, la heteronormatividad o la blanquitud”, precisó Fundora, investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
Junto a los enfoques feministas, esa perspectiva debe llegar a ser “prioridad en la política editorial de cualquier medio de comunicación”, según Dailene Dovale, alumna del curso y periodista de la revista El Caimán Barbudo.
“Construir narrativas en profundidad, que aborden las intersecciones de género, raza, clase social, lugar de origen, edad, capacidad, entre otros, tiene que llegar a ser visto como algo imprescindible”, insistió Dovale, también profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y una de las creadoras de la iniciativa de comunicación feminista Cimarronas.
Para la también periodista Lisandra Ronquillo, editora del podcast Mujeres al Sur, es importante trascender la idea de que se trata de “un asunto de mujeres”, algo que es muy común en las redacciones de prensa. “Importan también las diversas masculinidades y todo el arcoíris de identidades sexuales y genéricas”, agregó.
“Los estudios de género muestran la adaptabilidad y la universalidad del patriarcado que corre por nuestras venas con su ADN histórico. Este permea la vida política, económica, cultural, religiosa, privada y pública en todas las sociedades”, algo que es aún muy difícil de comprender, según Ronquillo.
Para ella, cualquier asunto, desde las dinámicas demográficas hasta el periodismo deportivo; las políticas públicas o las múltiples violencias cotidianas debe ser analizado desde los enfoques interseccionales y de género.
Entre otros retos identificados durante las dinámicas grupales de la experiencia docente, destacó la necesidad de incorporar en los medios de prensa secciones o columnas especializadas, para debatir acerca del feminismo, los orígenes de muchas desigualdades y herramientas para eliminarlas.
También, ajustar las rutinas productivas propias de cada medio para poder “problematizar más y describir menos”. En el escenario de la comunicación pública, aún falta “conciencia, sensibilización y compromiso para una comunicación inclusiva”, reconocieron participantes del taller.
“Y también es necesario más trabajo de equipo, vital para una mirada interseccional a los problemas de género y desigualdad”, apuntó Elizabeth Bello, periodista de Prensa Latina.
La capacitación sistemática fue reconocida como una vía imprescindible para adquirir herramientas que, desde la comunicación, ayuden a desafiar prejuicios, estereotipos de género y una cultura patriarcal arraigada.
“Pareciera que una está preparada para abordar adecuadamente estas problemáticas, o para incorporar enfoques de género como algo transversal en el ejercicio del periodismo, pero luego de participar de experiencias como este curso te das cuenta de que no es así”, reflexionó Bello.
A juicio de Dovale, se requiere más formación y esta “debe partir de la sensibilización y acceso al conocimiento, no solo por parte de periodistas, sino de todo el medio: editores, directores, diseñadores…”
“Por otro lado, resulta muy útil la construcción de alianzas con especialistas, instituciones, organizaciones, militancias y activismos, pues en colectivo se aprende mejor”, agregó la también profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.
Necesitamos más debates colectivos donde, a la par de aprender, podríamos imaginar colectivos, redacciones, narrativas periodísticas y medios de comunicación desde una perspectiva feminista y emancipadora, precisó Dovale.