Autor: Sonia Jiménez Berrios.
Artículo publicado en CD Caudales 2011, Editorial Acuario, Centro Félix Varela – CIPS, ISBN 978-959-7071-79-2, La Habana
En un mundo diverso, complejo, ideológica y filosóficamente en perenne movilidad ycontradicción, en constante búsqueda de nuevas utopías o tratando de reverdecer antiguosparadigmas, las instituciones religiosas han sufrido cambios, transformaciones y escisiones,como consecuencia de la interacción dialéctica religión y sociedad.
Cuba es parte de la “aldea global”. Nada humano o divino le es ajeno.
En el plano espiritual-religioso, luego de un largo período de ateísmo “científico” y de una visióndistorsionada y prejuiciado de la religión, tuvo lugar un proceso gradual de comprensión yconvencimiento del elevado nivel de religiosidad del pueblo cubano, lo cual fue científicamentedemostrado por investigaciones del Departamento de Estudios Sociorreligiosos (entre otrosgrupos o instituciones).
Así, en los finales del decenio de los ’80 y, sobre todo, en los ’90 del siglo pasado, ocurrió unreavivamiento religioso provocador de la circulación en el país de las más variadasexpresiones religiosas.