Tomado de: www.ipscuba.net
Foto: Archivo IPS Cuba
Vivenciar desde el cuerpo, reflexionar, expresarse e intercambiar, como pasos hacia la emancipación, el activismo y empoderamiento fueron los saldos del Taller sobre liderazgo feminista, que reunió en La Habana a mujeres de varias procedencias y generaciones.
Organizado por el Grupo América Latina: Filosofía Social y Axiología (Galfisa), del Instituto de Filosofía, la red feminista Berta Cáceres y Entrepueblos, el evento contó con la facilitación de las feministas Ana Ara, de España, y Bea Huber, de Suiza.
La iniciativa se propuso compartir y analizar aciertos y nudos cuando queremos construir liderazgo con la mirada feminista, señaló Huber.
Parte fundamental de este trabajo, agregó, es la interacción “en redes, en apoyos que construimos desde la circularidad, por lo tanto, uno de los objetivos es crear redes de apoyo, lazos de cuidados desde una perspectiva feminista”.
Igualmente, puntualizó, se trata de vivenciar una metodología de trabajo desde la participación y con una mirada interseccional.
El taller, de tres días, rompió con la forma tradicional de este tipo de encuentros, dejó a un lado el formato de que una persona expone a un auditorio que escucha.
De acuerdo con Huber, el poder ponerse en acción, a partir de mover el cuerpo, las emociones, los pensamientos y sentimientos, para “trenzar conocimientos en conjunto”, se basa en la metodología participativa de Paulo Freire y el teatro de Augusto Boal.
“Nuestra forma de haber amasado todo esto, dijo, ha sido incorporando el psicodrama, el teatro espontáneo y el feminismo comunitario.
Detalló, además, que esa metodología permite a cada cual partir de su experiencia, su sentimiento, su historia, abrazarla y compartirla con otras personas. “En este compartir, podemos entrar en un diálogo de saberes, que nos hace enriquecernos a todas y nos permite miradas diversas”, explicó.
Pero, sobre todo, acotó, construir espacios de liderazgo feminista, que tienen que entrar en diálogo con otros espacios que no son feministas, sino patriarcales y verticales.
“Con esta metodología, parte del cuerpo y parte de la acción, se construyen aprendizajes colectivos para lograr un crecimiento de cuidarnos y aprender colectivamente y de poder continuar creciendo y fortaleciéndonos en esta red”, dijo Ara.
Espaldarazo al feminismo
Mediante diferentes ejercicios participativos se reflexionó alrededor del cambio de actitud que pueden generar la empatía, ponerse en el lugar del otro, la firmeza, la persistencia, la razón y la persuasión, en lugar de sentimientos como la lástima y la compasión.
A su vez, las participantes expusieron ejemplos de cómo interpretan, vivencian o conocen experiencias cercanas al ejercicio del poder desde el patriarcado, la familia, la religión, el racismo, la imposición, la aniquilación a nivel de la cultura, el drama del consumo, la propiedad privada y el control, que apuntan a aislar a las personas.
Al respecto, reflexionaron las facilitadoras, “no estamos solas en el dolor ni en la respuesta”.
Algunas participantes expresaron sus opiniones sobre esta experiencia, innovadora para no pocas.
“Ha sido una construcción de liderazgo feminista desde una vivencia personal en un grupo con mucha gente joven, con diferentes experiencias. Ha sido como vivir desde el cuerpo las oportunidades, los desafíos y los nudos que tenemos como líderes feministas”, destacó Yoanka Valdés, de la oenegé Oxfam.
Para Valdés, a partir de estos saberes, las personas se empiezan a cuestionar los conceptos sobre qué es un liderazgo y si los roles compartidos diversos en los grupos impulsan el feminismo.
“Es muy enriquecedor. Hay muchas caras nuevas y estar conociendo a otras mujeres que también están luchando por deconstruirse, por hacer una sociedad mejor, por ser ellas mismas mejores, siempre es muy esperanzador”, consideró Aniet Venereo, educadora popular.
Asimismo, destacó el hecho de que se debatan diversos temas, incluidos el “colonialismo y capitalismo que nos oprimen”, las discriminaciones que trae el patriarcado.
Por otro lado, resaltó que, desde las vivencias y las emociones, se comparta algo que “puede traer transformaciones a lo interno de cada persona y también articulaciones”. En el encuentro participaron mujeres jóvenes en su mayoría. (2022)