Por: Lisandra Fariñas
Tomado de: www.redsemlac-cuba.net
Proyectos diversos y otras iniciativas ciudadanas se enfocan en que el texto del nuevo Código de las Familias, actualmente en consulta popular, llegue a mayor número de personas y en un lenguaje más comprensible antes de llevarse a referendo y convertirse en ley, este año.
La nueva norma jurídica, en debate popular hasta el 30 de abril próximo, ha desatado criterios diversos, a la par que afloran mensajes de respaldo y aceptación, testimonios personales o familiares, polémicas en diferentes plataformas de activismo y redes sociales, frente a discursos conservadores y antiderechos.
La discusión evidencia que se necesita mayor divulgación de los contenidos de la norma y una detenida interpretación de sus propuestas, alertan especialistas en medio de expresiones que tergiversan y manipulan sus principales postulados, desde posturas radicales y fundamentalistas.
Numerosas personas, activistas, blogs y proyectos feministas y en defensa de la comunidad LGBTIQ han dado su respaldo al texto y, junto a organizaciones de la sociedad civil, expresan la necesidad de generar consensos sobre la normativa, que propone cambios significativos en materia de derechos en el ámbito familiar y beneficia a todas las personas, con independencia de sus creencias o modelos de organización familiar.
El proyecto de podcast “Mujeres al Sur”, que aborda desde Cuba las realidades de mujeres en la región, lanzó en su perfil de Facebook el reto #MiFamiliaEs… para que cada quien complete la frase como desee. “Vamos a presumir nuestras familias en todas sus formas, con todos nuestros lazos y afectos. La nuestra es Mujeres al Sur, un podcast diverso y multicolor”, suscribe la convocatoria.
En tanto, los mensajes a favor de un nuevo Código de las Familias inclusivo para Cuba, que garantice derechos para todas las personas, inundan las redes del Movimiento Estudiantil Cristiano de Cuba (MEC-C), que relanzó la campaña «+ amor + derechos”, iniciada en marzo de 2021.
“Entonces no contábamos con un proyecto de ley, tan solo con expectativas, sueños, experiencias de vida y el texto constitucional. Hoy, frente a la versión 24 del Proyecto de Código de las Familias, en el marco de la consulta popular, queremos relanzar nuestra campaña a favor del amor y la inclusión, de un código que suma, que propone más felicidad, más afectos, más solidaridad, más bienestar, más solidaridad, más cuidados, más justicia, más igualdad, más equidad, ¡Más Amor, Más Derechos!”, escribió el MEC-C.
Otras plataformas de activismo como Ahora Sí, Las Isabelas y la revista Q de Cuir compartieron publicaciones incentivando a que la ciudadanía deje sus criterios en la consulta popular, de modo oral o escrito.
“Aprovechemos ambas modalidades. Acá les dejamos una planilla con propuestas concisas con los puntos que consideramos son logros innegociables y deben quedarse en la versión final del Código. Esta planilla es solo una sugerencia. Modifícala a tu gusto e incluye otros aspectos si los consideras necesarios”, señala uno de los mensajes que aboga por derechos como el matrimonio igualitario, la gestación solidaria, la adopción y la no discriminación en el ámbito familiar.
En espacios como Facebook se han creado grupos públicos, como “Por un Código de las Familias inclusivo en Cuba”, que en solo cuatro meses ya supera 14.000 miembros; mientras que canales en Telegram, como el Proyecto Crianza Respetuosa, del Centro de Estudios de Bienestar Psicológico con apoyo de Unicef Cuba, comparte información sobre la protección que ofrece el nuevo Código a todas las personas, en especial a niños, niñas y adolescentes.
El espacio también aclara dudas sobre aspectos como autonomía progresiva, interés superior del menor y la utilización del término responsabilidad parental en sustitución de patria potestad, contenidos que son blanco de campañas antiderechos para llamar a la no aprobación de la ley mediante la confusión y la manipulación.
A la par, el canal Familia y Sexualidad y el grupo psicoeducativo Acompasex, ambos del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), abren sus debates a temas como maternidad y paternidad responsables, el matrimonio, la unión de hecho, la corresponsabilidad de las personas involucradas en ambos tipos de uniones, la prohibición de cualquier tipo de violencia, la igualdad de deberes y derechos, entre otros contenidos en el texto jurídico.
“¿Qué significa contar con un Código para TODAS las Familias? ¿Cuáles derechos, valores, aportes y oportunidades contiene la versión 24 del proyecto de ley que hoy debatimos en nuestros barrios? Envíanos en un audio breve qué significa para ti este #CodigoInclusivo”, compartió en sus redes la Revista Muchacha, que ha publicado varios testimonios sobre el texto.
Una de las iniciativas ciudadanas más comentadas en las redes sociales es el proyecto de audiolibro del Código de las Familias, una idea gestada por la periodista e influencer feminista Yuliet Pérez Calaña (La Yuli de Cuba) y el fotógrafo y creador audiovisual Claudio Peláez Sordo.
“Pssss gente entusiasta…vamos a convertir el #CódigoDeLasFamilias en una especie de audio-libro…bueno, sin llegar a tanto…llamémosle lectura colectiva…lo importante es que llegue la información a esas personas que no les gusta o no tienen tiempo de leer, no alcanzaron tabloide o no han podido descargarlo…”, escribió Yuliet PC en su muro de Facebook, y recibió miles de reacciones.
En un proceso de construcción colectiva, que ha sumado voces diversas de personas dentro y fuera de la nación caribeña mediante WhatsApp, el audio libro va tomando forma, mientras los participantes en el proyecto —profesionales de la locución, la comunicación, médicos, activistas, músicos, actores, fotógrafos…— han posicionado la etiqueta #elcódigoSísuena para dar a conocer la idea de socializar el texto normativo también en formato radiofónico, e incluso llevar parte de sus artículos a lenguaje de señas.
La lectura colectiva del Código busca que los derechos “entren por el oído y te lleguen al corazón”, anuncian sus promotores al referirse a la esencia del proyecto de ley que declara entre sus basamentos esenciales el de sumar afectos en las familias cubanas.
La consulta popular del texto normativo se extenderá hasta el 30 de abril y deberá enriquecer el proyecto que finalmente apruebe la Asamblea Nacional, para luego someterlo a votación en referendo antes que finalice el año.