Tomado de: www.clacso.org
(Transcripción de la Columna de Karina Batthyány
en InfoCLACSO – 7 de abril 2021)
En este marzo, Mes de las Mujeres, hemos dedicado en CLACSO sistemáticamente a abordar distintas temáticas de las desigualdades de género. El miércoles pasado lo destinamos a ese debate con nuestras colegas del Comité Directivo, mostrando esa consigna tan fuerte para los feminismos de “Lo personal es político”, y cómo cada una de nosotras vivencias y práctica esa consigna.
Pero quedó una dimensión que quiero abordar en torno a las desigualdades de género –y aunque estamos ya en abril, por supuesto como no sólo marzo es el Mes de las Mujeres para CLACSO sino todo el año trabajamos en torno a estos temas–, quiero plantear esta última dimensión que tiene que ver con la autonomía de la toma de decisiones. Siguiendo un poco ese recorrido que veníamos haciendo sobre la autonomía económica, la autonomía física en términos de los derechos sexuales y reproductivos y la violencia, nos faltaba la autonomía en la toma de decisiones que refiere básicamente a la presencia de las mujeres en los distintos lugares donde se toman las decisiones en los países, en las sociedades; por supuesto los poderes del Estado pero también en los otros poderes que están en todas las sociedades: las cámaras empresariales, los sindicatos, los medios de comunicación, las universidades y un largo etcétera de participación de mujeres y varones en estos espacios.
La autonomía en la toma de decisiones refiere a esto y a las medidas además que se pueden tomar para promover una participación más plena y en mayor condición de igualdad. Traemos este tema porque este jueves se presenta para Argentina como se han presentado a lo largo de marzo en otros países de América Latina un informe sobre este punto. El de Argentina se llama, mira este punto: “Sexo y poder: ¿Quién manda en Argentina?”. Y solo para darles una perlita de ese estudio antes de avanzar en nuestra columna habitual, decir que los datos nos dice que solo 2 de cada 10 lugares de la toma de decisión en la Argentina están ocupados por mujeres. Ese informe fue elaborado por el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género con quien CLACSO trabaja, colabora, tiene distintas actividades; por ejemplo Laura Pautassi que forma parte de nuestras especializaciones.
Pero vayamos entonces a qué es lo que está pasando, primero en el mundo. Si miramos todos los estados, gobiernos que hay a nivel del mundo, solo en 22 mujeres vamos a encontrar jefas de Estado de gobierno y encontramos casi 120 países donde nunca, jamás, hubo una mujer al frente de la presidencia o similar de como se llame el mayor cargo de ejercicio en esos países. Las mujeres además siempre, a nivel mundial, están solo en un 25% representadas en los parlamentos nacionales de los países y solo el 36% de los cargos electos de distinto tipo de los órganos locales (ya no nacionales sino subnacionales) son mujeres.
Entonces, tú me preguntarás por qué esto es importante. Porque creemos que efectivamente cuando las mujeres estamos infrarrepresentadas en las tomas de decisiones públicas, las políticas no reflejan las necesidades y las prioridades de la mitad de la población que aproximadamente somos las mujeres a nivel mundial. Y creemos por tanto que es necesario avanzar en algunas medidas que permitan acelerar un número que es bastante significativo: si no se toma ninguna decisión, si no se toma ninguna medida para hacer avanzar la participación de las mujeres en la toma de decisiones, vamos a demorar en tener algo parecido a la paridad 130 años más. Eso a nivel mundial.
Ahora bien, qué pasa en América Latina y el Caribe. Sin dudas, en nuestra región han habido justamente algunas de estas medidas para hacer avanzar esta tendencia a la paridad o tratar de llegar a la paridad, lo que se conocen como las medidas de cuota o las más recientemente así llamadas medidas de paridad. Y ha permitido que justamente en las últimas dos décadas, últimos 20 años en este siglo, se duplicó y en algunos casos, en algunos países, hasta se triplicó la participación de las mujeres en los puestos formales de toma de decisiones. Hoy tenemos un promedio regional que no llega al tercio: está en el 31% por ejemplo de parlamentarias a nivel de América Latina y el Caribe; un poquito más bajo 28% las ministras; y todavía más bajo 15% las alcaldesas. Estos números cambian porque obviamente hay sustituciones en todos los países, tanto en los ministerios y demás, en los cargos electivos no pero en los otros sí, entonces, esta es la realidad que tenemos en este momento en América Latina y el Caribe. Todavía a pesar de los avances que han habido, a pesar de las medidas afirmativas que se han tomado en muchos de nuestros países, las brechas entre varones y mujeres en los puestos de representación política son muy grandes. Repito los números: en ningún caso superamos el tercio, es decir, de cada tres una apenas es mujer. Esto sigue planteando grandes desafíos para la participación de las mujeres y, si abrimos el Colectivo de las Mujeres, además, tenemos allí desafíos adicionales sin pensamos en las mujeres afrodescendientes, en las mujeres indígenas, en las mujeres jóvenes.
Esta realidad que te estoy planteando, Gustavo, y que estoy compartiendo con todos quienes nos escuchan -como decía-, tiene que ver a nivel del Poder Ejecutivo donde ha habido un aumento pero estamos todavía lejos de niveles de la paridad, tiene por supuesto también su correlato en el Poder Legislativo, donde quizás es lo que más se ha visto el impacto de lo que se llama las medidas de cuotas o las medidas afirmativas. Medidas que pretenden acelerar ese ritmo tan lento de crecimiento de la representación de las mujeres.
Podemos decir entonces que hoy todavía en nuestra región tenemos una deuda pendiente en la medida que las mujeres somos el 50% de la población, pero no alcanzamos a ser el 30% de quienes están en los distintos lugares de toma de decisiones. No me referí a las universidades y a otros espacios a nivel social que son importantes porque lo hemos abordado en otras columnas. Pero quería traer este tema para colocarlo también sobre la mesa, porque muchas veces nos olvidamos que también la igualdad de género es un asunto de poder, es un asunto que cuestiona a los poderes establecidos.
-Karina pensaba lo que implica este dato tremendo relacionado con más de 100 años para pensar en paridad de género siguiendo a este ritmo y cómo la subrepresentación de mujeres en parlamentos, cargos ejecutivos, tiene ejemplos muy claros. La Interrupción Voluntaria del Embarazo y la dificultad de llegar a transformarse en Ley en gran parte de los países de Latinoamérica parece un claro ejemplo de ese problema de la sub representación…
-Absolutamente. Por eso decía por qué nos preocupa el tema, no es simplemente por una cuestión cuantitativa, sino es porque cuando las mujeres no estamos representadas en los lugares donde se toman las decisiones, los temas y las prioridades que nos preocupan a nosotras, las mujeres, no aparecen tampoco planteadas o cuando aparecen planteadas (no necesariamente con el ejemplo que tú pones) son aprobados. Y por eso también volver a colocar sobre la mesa ahora las medidas necesarias, afirmativas, para hacer avanzar estos 130 años que separan al mundo de la paridad, podemos ir tomando medidas en cada uno de nuestros países para acortar esa distancia. Esas medidas afirmativas que por supuesto en otro programa si quieres las podemos conversar que han sido muy debatidas y a mí me gusta llamarlas siempre “Las medidas del mientras tanto”; es decir, quizás sería mejor que no existieran, pero mientras se logra efectivamente la igualdad, la equidad, la participación de varones y mujeres en todos los ámbitos de la sociedad, mientras tanto promovamos este tipo de medidas que van a ayudar a que los ritmos se aceleren.