Autor: Silvia Padrón Durán y Yuliet Cruz Martínez.
Artículo publicado en CD Caudales 2006, Editorial de Ciencias Sociales – CIPS, ISBN 959-06-0893-0, La Habana.
Las investigaciones revelan cada vez con mayor fuerza cómo, en Cuba, la familia no es sólo la “célula base” de la sociedad, sino que tiene implicaciones afectivas importantes. El 99% de la población cubana convive en familias y las investigaciones revelan cómo los principales deseos y aspiraciones del cubano están vinculados con este grupo humano (Díaz et al., 2001; Benítez, 2003); incluso sus principales motivaciones para emigrar también le están asociados (Martínez, 1998). Incluso desde el argot popular es conocida expresiones como “la familia es sagrada”.
Resulta interesante entonces acercarnos a la imagen de familia cubana que reflejan y promueven los medios de comunicación masiva, en especial, en la televisión por su preferencia entre la población cubana (Linares, Cecilia et al. 1999). Consideramos que un análisis en este sentido revelaría no sólo el ideal de familia al que aspira nuestra sociedad, sino, en última instancia, la congruencia que muestran los productos comunicativos realizados a propósito de la familia y dirigidos a ella, con la significación que este grupo tiene para nuestra población. Este trabajo constituye, a partir del estudio de dos campañas cubanas de bien público, un discreto acercamiento en este sentido.
Nos hemos planteado como objetivo principal valorar el tratamiento comunicativo de la educación familiar en dos campañas de bien público de la televisión cubana. De este modo, hemos partido de un conjunto de preguntas cuyas respuestas serán el eje conductor de este trabajo, como: ¿qué representación de familia reflejan estas campañas de bien público?, ¿qué concepto de educación promueven?, ¿cómo se manifiestan los roles de género en estas familias?, ¿cuáles son las características de las relaciones intrafamiliares que desean inspirar?
Para ello, hemos seleccionado dos campañas cubanas de bien público3 –conformadas por 5 spots- relacionadas con el tema de la educación a los hijos por la familia. Nuestra prioridad en la educación familiar en vez de otros temas recurrentes en las campañas de bien público actuales como la droga, el SIDA, o el medio ambiente, se fundamenta en las dificultades que experimenta la familia y sus modelos educativos en la actualidad. Los resultados de investigación del Departamento de Estudios sobre Familia del CIPS destacan cómo las familias, a raíz de la crisis socioeconómica por la que atraviesa Cuba desde los ́90, se han concentrado en la función regulativa de la comunicación, más asociada a las indicaciones básicas de la convivencia -“come, báñate, recoge los juguetes”, por ejemplo-, en detrimento de la afectiva y de la informativa (Díaz et. al, 2001). Esta misma fuente elaboró un diagnóstico sobre la violencia familiar desde la mirada de los niños y las niñas, que arrojó expresiones de violencia en las relaciones entre los padres, y entre ellos y los menores4 (Durán et. al, 2003). Hay entonces razones suficientes para valorar los métodos educativos que se están utilizando en la familia, y en nuestro caso, aquellos que se están proponiendo como modelos desde los medios de comunicación que son una institución socializadora por excelencia.