Autor: Ovidio D´Angelo Hernández.
Artículo publicado en CD Caudales 2006, Editorial de Ciencias Sociales – CIPS, ISBN 959-06-0893-0, La Habana.
Una de las recientes líneas principales de cambio de las concepciones de la dinámica social en la que los procesos de la subjetividad desempeñan un papel importante, y que tendremos presente en este trabajo, la constituye su interpretación desde la perspectiva de la complejidad.
En el ámbito epistemológico, el culto a la objetividad que impuso el paradigma racionalista y positivista es cuestionado desde distintos ángulos. El problema de la “subjetividad versus objetividad” es tratado, como reacción paradigmática (y aún con excesos de énfasis hacia el primer polo de la relación) por corrientes fenomenológicas (E. Husserl) y existencialistas, sociológicas (algunos representantes del interaccionismo simbólico, del construccionismo social, etc), y psicológicas (énfasis subjetivista del humanismo abstracto y otras corrientes).
Actualmente, la solución a la relación dicotómica entre objetividad y subjetividad tiende a resolverse a través del concepto de intersubjetividad.
Esto tiene relación con lo que algunos autores han llamado el “presupuesto de reflexividad” para el cual el objeto solo es definible en su relación con el sujeto (Ibáñez, J. 1991). El presupuesto de reflexividad considera que un sistema está constituido por la interferencia recíproca entre la actividad del sistema objeto y la actividad objetivadora del sujeto (Navarro, P. 1990).