La tradición crítica en la investigación comunicológica: Aportaciones de la Economía Política de la Comunicación (EPC)

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Autora: Carolina García Salas

El término Teoría Crítica fue acuñado por Max Horkheimer en 1937. Tal denominación respondía a la finalidad de distanciar su propuesta de los criterios y procedimientos de la llamada “teoría tradicional”, pues como afirmara su fundador, “el autoconocimiento del hombre en el presente no consiste, sin embargo, en la ciencia matemática de la naturaleza, que aparece como logos eterno, sino en la teoría crítica de la sociedad establecida, presidida por el interés de instaurar un estado de cosas racional” (2008: 231).

Los argumentos teóricos de la perspectiva crítica constituían una denuncia al saber tradicional, el cual contribuía con su supuesta neutralidad a la creciente funcionalización e instrumentalización de la razón, que no respondía únicamente a la supremacía del conocimiento sustentado en la técnica o en la comprobación matemática como procedimientos y/o instrumentos de probada efectividad en las ciencias naturales; sino también a la conformidad y aprobación de un modo de vida sujeto al deber ser que imponía la ideología
burguesa.

Inmersas en la lógica del positivismo, las ciencias sociales asumían la realidad como un hecho inmutable; el científico burgués estudiaba su entorno como algo dado, que es y debe ser aceptado tal cual. Esta idea es negada en los presupuestos de la teoría crítica, en la que el análisis del orden social viene necesariamente acompañado de una propuesta científica de transformación, partiendo del reconocimiento del carácter cambiante de cada contexto y al hombre como resultado de un proceso histórico concreto que en su devenir va transformando tanto “la estructura social en su totalidad, como la relación del teórico con la sociedad. Se transforma el sujeto así como el papel del pensamiento” (Horkheimer, 2008: 243).

De ahí que la Teoría Crítica se constituyera entonces en una propuesta ética y renovadora, comprometida con un quehacer científico volcado hacia la acción social e inconforme ante las injusticias de un mundo dominado por el capital.