Tomado de: www.ipscuba.net
El volumen Sexualidades e identidades no heteronormativas, tensiones y desafíos para los derechos, que reúne textos de activistas y estudiosas de diversas nacionalidades, aborda los conflictos y retos para las sexualidades e identidades de género no heteronormativas, con un enfoque de derechos.
Presentado este sábado de manera virtual, como parte de la edición XIV de las Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia, el volumen es una compilación de la investigadora Ada Alfonso y el jurista Manuel Vázquez Seijido y fue publicado bajo el sello del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).
En la presentación, junto a Alfonso, compartieron el espacio la activista argentina Alba Rueda y la mexicana Gloria Careaga, de la Fundación Arcorisis, quienes intercambiaron sobre los avances y retos en las luchas por los derechos de las personas lesbianas, gays, trans, bi, intersexuales y queer (LGBTIQ+) en sus respectivas naciones.
Libro imprescindible
Rueda destacó la “polifonía textual” del libro con activistas de varias naciones, entre ellas, las “voces imprescindibles” de Alejandra Colette Spinetti, de Uruguay; Ari Vera y Oyuki Ariadne Martínez, de México.
Rueda, actualmente subsecretaria de Políticas de Diversidad de la Nación, del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de Argentina, abordó el acceso a la justicia de las personas trans y la intervención del movimiento trans en la lucha social por la postergada conquista de derechos.
A la par de avances legislativos de reconocimiento- Ley de identidad de género (2012); Ley de cupo laboral travesti y trans para el sector público nacional de la provincia de Buenos Aires (2015) y Ley de matrimonio igualitario, se requieren políticas públicas y un movimiento social que tensionen la noción del estado patriarcal, binario, heteronormativo, a partir de una agenda que apuesta por la transformación social.
Estos logros sociales y colectivos, consideró, tienen como trasfondo las luchas contra la violencia institucional, que atraviesan la expulsión en los ámbitos educativos, de la salud y en el mercado laboral, lo que representa un desafío para el espacio judicial.
Hoy, dijo, los desafíos siguen siendo muchas veces reiterativos: que pare la violencia, que el ámbito judicial también incorpore la perspectiva de la diversidad sexual y se profundice en políticas públicas.
A su juicio, falta mucho también en el cambio cultural que implica, entre otras cuestiones, que se detengan las violencias, la discriminación por identidad de género y la expresión de esa identidad, lo que tiene que ver con el reconocimiento y la individualidad de la otra persona, que marca horizontes éticos mucho más amplios.
Uno de los desafíos más grandes, sentenció, es hablar de las intersecciones feministas: los territorios, la racialización de los cuerpos, la generización y la distribución inequitativa en términos económicos y culturales, que demandan continuar luchando por la igualdad de derechos y oportunidades.
Libro oportuno
“Esta publicación no puede ser más oportuna. Realmente el abanico de voces que recoge el texto trae a cuenta las voces de distintos países, pero también de distintas identidades, que hacen un reflejo de cuál es la situación que estamos enfrentando hoy día y cuáles son los desafíos”, dijo Careaga.
Para la activista mexicana, “es un lastre para la sociedad en su conjunto el que todavía hoy caminemos con esos estigmas y prejuicios, que no permiten realmente reconocer que la sexualidad y el género son dos dimensiones que todas las personas tenemos y que cada uno tiene el libre derecho para definir quiénes somos y qué queremos”.
De acuerdo con Careaga, el libro está dando la oportunidad para comprender mejor cuáles son los desafíos y las realidades que enfrenta cada una de estas identidades en los distintos países de América Latina.
Pese a las reformas legales adoptadas en la mayoría de los países de la región, que garantizan que no se criminalice la homosexualidad, que tanto trabajo costó, no es suficiente, “son pocos los gobiernos” que tienen la voluntad de desarrollar políticas públicas en favor de nuestra condición.
Cómo vamos a garantizar la sobrevivencia digna de las personas LGBTIQ+ si no existen políticas que garanticen el acceso al trabajo, la permanencia en la educación, los servicios de salud oportunos, que serían los derechos básicos para garantizar nuestra sobrevivencia, cuestionó.
Agregó que de ahí la importancia del acceso a la justicia, pues “no es posible que Brasil y México encabezan la lista de los países que tienen los índices de crímenes de odio más importantes en el mundo y que la impunidad cubra a esta condición”.
Este texto deja ver también la articulación que hemos logrado no solamente en nuestros países, sino regional y muchas veces internacional, que nos permite conocer qué está pasando en otras naciones, cuáles son las experiencias positivas que hemos logrado en el reconocimiento, no solamente de nuestras identidades, sino incluso de nuestros derechos, dijo Careaga, quien destacó el avance en políticas públicas en Argentina.
Según indicó Ada Alfonso, del Cenesex, en el caso cubano, si bien los avances son muchos, “todavía también son muchos los desafíos que tenemos que enfrentar”.
Al respecto, se refirió al recientemente aprobado por decreto presidencial Programa para el adelanto de las mujeres, que tiene que hacer visibles también a las mujeres lesbianas y las mujeres trans, como parte del “mosaico social cubano”.
Para Alfonso, es un mosaico transformador, que “debe ser revolucionario y respetuoso de las voces y de los derechos de todas y de todos”. (2021)