Autor: Juliette Isabel Fernández Estrada.
Artículo publicado en CD Caudales 2008, Ed. Ciencias Sociales – CIPS, ISBN 959-06-1157-5, La Habana.
El creciente florecimiento en todo el mundo de grupos religiosos que se distinguen de los ya tradicionales es una situación que promueve la atención desde muchos puntos de vista y a la que deseamos acercarnos ubicándonos en el planteo del problema. Con este trabajo queremos compartir la interrogante de si resulta válido para los estudios sociorreligiosos analizar los nuevos movimientos religiosos como un tipo más de movimientos sociales (con importantísimas especificidades, por supuesto), y qué utilidad puede reportar el estudio de aquellos con las herramientas de las teorías sobre los movimientos sociales.
Asumir a los nuevos movimientos religiosos como movimientos sociales tiene la expectativa de entrar en el debate teórico con algunas ideas que permitan el planteamiento del problema desde una dimensión diferente. Por supuesto, ser categóricos en este sentido requeriría de una revisión profunda de las definiciones y conceptos tanto de lo que son los movimientos sociales como de lo que significan los específicamente religiosos, un campo donde se insertan análisis y debates. La cuestión se complejiza por la diversidad con la que se presentan los nuevos movimientos religiosos, en particular, en el escenario internacional, indicando la necesidad de estudios de casos que contribuyan a describir acertadamente esas realidades y a captar luego las diferencias y semejanzas entre unos y otros.
En las conceptualizaciones tempranas de los movimientos sociales se observan dos rasgos centrales comunes: el promover o resistir el cambio, y la naturaleza colectiva de la acción. Es así que fueron vistos por Blumer como una empresa colectiva para establecer un nuevo orden de vida,1 una acción de grupo que se extiende más allá de una comunidad local o un suceso único y que conlleva un esfuerzo sistemático por inaugurar cambios en el pensamiento, comportamiento y relaciones sociales. Para Lang y Lang los movimientos sociales constituyen una acción colectiva a gran escala, difundida y continuada, en persecución de un objetivo que afecta y conforma el orden social en algún aspecto fundamental.