Tomado de: www.lajiribilla.cu
Por: Abel Enrique González Santamaría
Con el título “Pronunciamiento sobre la protección de derechos humanos en Cuba”, aparece una extraña nota de solo dos párrafos en el sitio de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA), que culminó ayer su Congreso 2021 de forma virtual. Según el panfleto “el trato que reciben académicos y académicas, intelectuales y artistas en Cuba es motivo de preocupación para un gran número de miembros de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA)” y a su vez “deplora la continuación de las sanciones impuestas por Estados Unidos en su intento de derrocar al gobierno de una nación soberana”.
Es un texto ambiguo, pero bien calculado, que desde los preparativos del evento una minoría extremista intentó forzarlo, pero trascendió que la mayoría de los firmantes ni eran miembros de LASA ni radicaban en nuestro país. Es una declaración que solo pretende sumarse a las campañas de descrédito e injerencia del gobierno de Estados Unidos contra Cuba. Para calumniar a la nación sometida por más de seis décadas a una guerra económica sin precedentes, utiliza un tema de tanta sensibilidad como los derechos humanos.
Es lamentable que la asociación profesional más grande del mundo que reúne a individuos e instituciones dedicados al estudio de Latinoamérica, se deje presionar por la extrema derecha anticubana. Ese sector extremista no comparte “los valores de la libertad de expresión, la libertad académica y el respeto por los derechos humanos en el contexto de la democracia, la soberanía y el Estado de derecho”.
El prestigio internacional de la Mayor de las Antillas crece por días por sus acciones para preservar la vida de sus ciudadanos ante la pandemia y por su consecuente apoyo solidario a los esfuerzos de otras naciones en desarrollo para proteger los derechos de sus pueblos. Recientemente Cuba fue electa como miembro del Consejo de Derechos Humanos para el periodo 2021-2023, y es parte de 44 de los 61 instrumentos internacionales de derechos humanos.
En el finalizado Congreso de LASA la delegación cubana participó en varios paneles y ponencias sobre el papel de la universidad cubana en los diferentes sectores de la vida del país, como en la economía, la agricultura, los problemas de la salud y la pandemia, el cooperativismo, la lucha contra todo tipo de prejuicios, raciales y de género; los jóvenes y el papel de la educación. Asistieron profesores, académicos, investigadores, estudiantes e intelectuales.
¿A cuál trato se refiere la declaración de LASA que reciben académicos y académicas, intelectuales y artistas de Cuba? La realidad es que en medio de la crisis económica internacional agravada por la COVID-19, la nación cubana apostó por sus hombres de ciencia y de pensamiento formados por la Revolución e inspirado por el ideario del más destacado de sus científicos: Fidel Castro Ruz.
Con ese espíritu la máxima dirección del país consolida un sistema de gestión de Gobierno basado en la ciencia e innovación tecnológica, no solo para enfrentar la compleja situación actual, sino como una luz de esperanza para el desarrollo sostenible de Cuba. Sobran los ejemplos del papel que están desempeñando los académicos, profesores, investigadores, estudiantes, empresarios, servidores públicos, entre otros actores; implicados en la difícil tarea de fortalecer el papel del conocimiento, la ciencia, la tecnología y la innovación en el modelo de desarrollo cubano.
La nueva maniobra contra Cuba tendrá otro fracaso. No es la primera calumnia ni será la última. Rechazo totalmente la desvergonzada declaración de LASA titulada “Pronunciamiento sobre la protección de derechos humanos en Cuba”.
La buena noticia es que el mundo se levantó este domingo por Cuba y contra el bloqueo del gobierno de Estados Unidos. Desde muy temprano en todos los continentes existieron muestras de apoyo a la causa cubana. Nuevamente la voz del más universal de los cubanos, José Martí, volvía hoy al reencuentro con la historia cuando en 1895, en vísperas de la guerra necesaria, y por motivo del tercer aniversario de la fundación del Partido Revolucionario Cubano, escribió en su artículo El alma de la revolución, el deber de Cuba en América: “Un error en Cuba, es un error en América, es un error en la humanidad moderna. Quien se levanta hoy por Cuba se levanta para todos los tiempos”.