Por: MSc. Celia García Dávila
El Panel “Orientación Profesional, Vocacional y Educativa” tuvo como fortaleza la presencia de experiencias cubanas y americanas en la Orientación Educativa, desde las prácticas realizadas. De manera que se proporcionó un enriquecedor debate científico, desde lo teórico, evidenciándose en las reflexiones modos de hacer diversos en cada contexto. Esto posibilita una posterior implementación de los aprendizajes, al favorecer la conceptualización de las experiencias con un espectro más amplio. Con este principio, baluarte del espacio, se construyeron las premisas expuestas por los participantes, explicitándose que la práctica fomenta teoría, indispensable para que en Cuba se pueda hablar de esta área de la Orientación.
Así, se mantuvo el ambiente, cada vez más intenso, expresado a través de profundos análisis, producto de las deliberaciones que ya habían tenido lugar en el panel: “La Orientación Psicológica: reflexiones epistemológicas y praxológicas”. Entre las cuestiones surgidas de la primera hora de debate, se encontraron:
- La necesidad de renovar y resignificar conceptos históricos-filosóficos –desde la epistemología–, sustentos de la Psicología, al discutirse en un nuevo contexto y, al mismo tiempo, volver a los orígenes, a la historia, al camino transitado.
- La importancia del diálogo, la integración y la inclusión en los debates científicos para poder contar con la multiplicidad de miradas, como parte de la dialéctica de los procesos psicológicos y sociales.
- La necesidad de sistematizar las prácticas, que son realizadas en la Orientación Psicológica, para trazar una estrategia de formación desde el rol profesional del orientador.
Con estas declaraciones, heredadas de un momento anterior de debate, tuvieron lugar las exposiciones de los panelistas: el Dr. Jorge Luís del Pino Calderón –profesor de la Universidad de Ciencias Pedagógicas “Enrique José Varona” y miembro del Comité Organizador del encuentro–, la Dra. Viviana González Maura –quien labora en el Centro de Estudios para el Perfeccionamiento de la Educación Superior (CEPES) de la Universidad de La Habana (UH)–, el MSc. Omar García Miranda –investigador del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), Presidente de la Sección de Orientación Psicológica de la Sociedad Cubana de Psicología y también miembro del Comité Organizador–, estos tres primeros de Cuba, y el profesor Kurt L. Kraus –quien se desempeña en el Departamento de Educación del Orientador Psicológico de la Universidad de Shippensburg, Pensilvania, EE.UU.
Las contradicciones y los puntos de contacto entre los términos: Profesional, Vocacional y Educativa fue algo que se develó durante las intervenciones.
Sobre el proceso de orientación educativa, se enfatizó que en las áreas vocacional y profesional se han desarrollado líneas fundamentalmente dirigidas a la formación de maestros y maestras.
Esto se evidenció desde el discurso, donde se retomaron los orígenes de la Orientación en este ámbito en el contexto cubano, las concepciones trabajadas, las experiencias y los retos.
Entre los antecedentes de la Orientación Educativa en Cuba se reconocieron las áreas donde se desplegaron las primeras intervenciones de los años 60 y 70, entre las que se encuentran:
- Educación Especial
- Orientación vocacional
- Diagnóstico educativo
Posteriormente, se fueron concentrando las acciones en las facultades de enseñanza pedagógica, desde la orientación vocacional para el rol del maestro.
Se planteó que, desde el 2000, al introducirse el proyecto de universalización de la enseñanza universitaria a través de la creación de las Sedes Universitarias Municipales (SUM), se ha trabajado en el acercamiento a los proyectos de vida de los estudiantes. Esta última línea se ha abierto para lograr una mejor optimización de las potencialidades de los educandos desde la adecuación a sus posibilidades reales para desempañarse en la vida.
Otro de los espacios, en el que se reconoció que se han llevado a cabo acciones de orientación educativa, fue en el Centro de Orientación y Atención Psicológica “Alfonso Bernal del Riesgo” (COAP), de la Facultad de Psicología de la UH; en donde se abrió, en determinado momento, una consulta sobre el tema dirigida a las escuelas, maestros y estudiantes. De la misma se expusieron resultados, y se puntualizó que deberá ser retomada, dada la solicitud de los propios clientes. Es un propósito, además, que sirva para continuar acrecentando la teoría en este ámbito, a partir de la experiencia práctica de los servicios de orientación brindados.
Se mencionó en varias ocasiones a Gustavo Torroella, psicólogo precursor de la Orientación Educativa, quien permitió con sus reflexiones comprender la importancia de “Aprender a vivir y a convivir”, una de sus obras más difundida, refiriéndose a la orientación para la vida como un área no sistematizada en la Educación en Cuba. Se reconoció así, que esta especialidad se coloca en el centro de la formación de los seres humanos para poder desempeñarse mejor ante situaciones diversas de la cotidianeidad.
Coincidieron los primeros dos panelistas sobre la importancia de la escuela como institución que orienta al educando, la familia y la comunidad desde el rol del maestro, pero que, sin embargo, en la realidad práctica la orientación va en dirección solamente de las áreas formativas en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Salió a relucir, complementariamente, la necesidad de orientación psicológica por parte de los orientadores profesionales (psicólogos) hacia estudiantes que presentan características que demandan una acción educativa especial.
Este fue un punto interesante, porque en la escuela cubana actual no existen especialistas de la Psicología y los maestros deben manejar las crisis o las situaciones nuevas y complejas que se presentan con características diversas que requieren de una atención especializada; quedando solicitada la demanda de psicólogos que se dediquen al área educativa o de maestros que se formen en Orientación Psicológica Educativa.
Estuvo ausente en las ideas expresadas en este sentido el profesor como necesitado de orientación psicológica. Esto resulta bien llamativo, pues no se visualiza al personal docente como un grupo a potencializarse desde la revisión de sus funciones en el rol de educadores, donde la orientación jugaría un papel fundamental.
En estos momentos es un área a desarrollarse en la escuela cubana para el acompañamiento del proceso educativo, pues apoyaría el desarrollo integral de los educandos, pero también de los maestros. Así, se fortalecería la institución, desde servicios en función de la calidad en la enseñanza que, a la larga, sanearían el proceso docente-educativo.
Por otra parte, se compartió que la Orientación Psicológica Educativa en Estados Unidos, concurre dentro del sistema educativo. Ésta acompaña el proceso de formación de los estudiantes desde la primera enseñanza hasta la última, con objetivos orientados al desarrollo de la personalidad, teniendo en cuenta las crisis de cada una de las etapas psicológicas. Además, supervisa a los maestros y a las maestras y les orienta en las medidas a tomar en cada uno de los casos que se presenten durante el período del curso.
Ante el despliegue de esta posición, de esta manera de hacer, se produjo un debate que trajo como consecuencia que se visualizaran experiencias y visiones diversas entre Cuba y Estados Unidos, identificándose espacios de encuentro (de complementación de conocimientos) y desencuentros, que estimularon la polémica. Esta última estuvo dirigida fundamentalmente al cuestionamiento de quién hace la Orientación Educativa, pues en Cuba es realizada por los propios maestros y maestras y, en Estados Unidos, por especialistas dedicados a la Orientación Educativa propiamente.
Se volvió obvia la necesidad de la formación en Orientación Educativa, que renació luego de terminadas las presentaciones. Fue un compromiso, por parte de ambos países, aportarse y ayudarse en una nueva meta en conjunto.
Este Panel y los debates alrededor del mismo, continuaron durante todo el encuentro, pues esta área tiene en sí misma una importancia crucial para la sociedad, específicamente para la educación en Cuba; por lo que, trabajar en las ideas que acá se expusieron, es fundamental para seguir perfeccionando la escuela cubana.
La Orientación Educativa en Cuba debe partir de los caminos recorridos por especialistas que han trabajado por la educación cubana. Es esencial recuperar todo el material posible desarrollado por esos pensadores, para lograr así que la formación del rol profesional responda tanto a las peculiaridades del contexto, como a las exigencias de todo proceso educativo (como el que se ha tejido durante todos estos años, con características propias).