Por: María Isabel Domínguez
El acto de entrega de la Medalla XXX Aniversario del CIPS se inició con las palabras de apertura de María Isabel Domínguez, fundadora y actual Directora del Centro, que compartimos en nuestra web:
Estamos a punto de culminar el año 2013 y con él, el aniversario 30 de la existencia del CIPS, para cuya celebración hemos realizado un conjunto de actividades a lo largo del año, que se iniciaron con las Jornadas científicas celebradas en enero con motivo del Día de la Ciencia Cubana y tuvieron un importante momento durante el simposio que tuvo lugar en el mes de octubre.
Sin embargo, esa celebración no estaría completa sin la actividad de hoy, dedicada a homenajear a lo más destacado y constante de su colectivo de trabajadores a lo largo de todo ese período y a un conjunto de instituciones nacionales y extranjeras que han contribuido de diversas formas al éxito de nuestra labor.
El CIPS, surgido al calor del llamado del Partido en su Segundo Congreso, de fortalecer el papel de las ciencias sociales en la construcción de la nueva sociedad, ha acompañado con sus investigaciones la evolución de nuestro país a lo largo de estas tres décadas.
Tuvo un lugar protagónico en la conducción y realización de los primeros Programas Nacionales y fue pionero en el cumplimiento de misiones internacionalistas de carácter profesional; atravesó con entereza los difíciles “noventas”, los que no fueron un período de supervivencia sino de fortalecimiento de su potencial científico con la formación de nueve doctores en tiempo récord; y ha continuado aportando conocimiento científico y recomendaciones para la transformación social, acordes a las circunstancias de cada etapa, hasta hoy que continúa analizando, evaluando y haciendo propuestas en el contexto del proceso de actualización del modelo económico y social.
A lo largo de todos esos años, desde el CIPS se ha promovido el diálogo entre la comunidad académica, los hacedores de política y distintos grupos sociales que componen la sociedad como un todo, porque desde su fundación se ha planteado el empeño de producir unas ciencias sociales que hagan una real contribución a la transformación de la sociedad; que al tiempo que eleve el rigor teórico y metodológico de sus investigaciones, favorezca el intercambio de saberes con otros actores sociales y los vínculos sistemáticos y sinérgicos con la diversidad de representantes del escenario social: tomadores de decisiones, educadores, comunicadores, líderes comunitarios…, así como su articulación con el pensamiento y la práctica internacional y regional que se plantea la posibilidad de un mundo mejor para todos y todas.
Por ello, a sus resultados también ha contribuido la colaboración con un elevado número de estudiosos cubanos que desde diversas instituciones, temáticas, enfoques disciplinares, provincias, enriquecen nuestro trabajo. El vínculo con instituciones y organizaciones extranjeras de todos los continentes, cuya colaboración contribuye a nuestra labor, a la vez que significa un reconocimiento a nuestros resultados. Y por último, la relación con diversas instancias de dirección y decisión en el país, constituidos en encargadores o interlocutores – lo que más allá de coincidencias o disonancias de enfoques – son una vía de aplicación de las propuestas a nivel de políticas y representa una validación de la legitimidad denuestro trabajo.
Quiero señalar que es significativo que esta actividad la estemos realizando este 10 de diciembre, día dedicado a nivel internacional a la promoción y defensa de los derechos humanos, categoría que el país no utilizó en su discurso durante años, a pesar de que era objeto cotidiano de su práctica política.
Y digo que es significativo, porque el CIPS ha sido pionero en tratar temas y emplear categorías que habían sido monopolizadas por las ciencias sociales y el pensamiento considerado “burgués” o que les habíamos regalado por ortodoxos purismos conceptuales: baste solo citar algunas como generaciones, movilidad social, desigualdades, que han estado en el centro de nuestro quehacer investigativo y que en determinados momentos suscitaron cuestionamientos.
Pero la labor del CIPS se ha caracterizado por un fuerte compromiso con el rigor conceptual y metodológico de sus investigaciones y por la defensa de sus puntos de vista y sus resultados en cualquier escenario.Ello ha sido el fruto, en primer lugar, de la profesionalidad, la honestidad científica y la ética de su colectivo de trabajadores a lo largo de estos 30 años, que en una lista incompleta sobrepasa ampliamente las tres centenas.
A lo largo de ese camino muchos hemos transitado, unos más tiempo que otros.Algunos – realmente pocos – hemos sido perseverantes en mantenernos en esta institución a pesar de los avatares del paso de tres décadas que no es un período corto en la vida laboral.
Pero en general, sus trabajadores han hecho navegar esta nave llamada CIPSen circunstancias en que se ha alternado la más absoluta inmovilidad, que ha hecho parecer que no podríamos llegar a ningún sitio, con otras en las que han soplado vientos huracanados que parecería que tampoco nos dejarían llegar. A pesar de ello, el barco CIPS ha continuado navegando y mantiene su proa enrumbada hacia aquellos destinos que sus fundadores y fundadoras avizoraron hace tres decenios y que muchos se han encargado y se encargan día a día de hacerlo funcionar.
En lo personal, más allá de los sinsabores de la dirección, me honra extraordinariamente haber conducido esta institución en los últimos años y quisiera hacer patente el acuerdo del consejo de dirección, de reconocer el esfuerzo de todos y todas por seguir haciendo realidad este CIPS.
Por acuerdo de nuestro consejo, en representación de ese colectivo de trabajadores se les hará entrega de la Medalla XXX Aniversario del CIPS a un total de 43 trabajadores actuales y ex trabajadores de nuestro Centro y se entregarán diplomas de reconocimiento a un conjunto de jóvenes, que a pesar de su corto tiempo en nuestra institución, ya destacan por su compromiso y aporte en sus tareas.
También se entregarán 7 Medallas a colaboradores, en representación de un conjunto más amplio a los que otorgaremos diplomas de reconocimiento.
Por tanto, solo me resta reiterar nuestra felicitación a los que reciben hoy este estímulo en representación de muchos otros y expresar la convicción de que el CIPS seguirá estando a la altura de los retos que las nuevas circunstancias le planteen, en su condición de modesto constructor de nuevas realidades y nuevas subjetividades.
Muchas gracias.