Prevalece la afectación neurológica entre las secuelas más frecuentes de la COVID-19 (+Video)

Los resultados del proyecto de investigación permiten caracterizar el comportamiento inmunológico y tener evidencias de cómo será el futuro de las vacunas cubanas anti-COVID-19. Foto: Archivo de Granma

Tomado de: www.granma.cu

Con el propósito de seguir midiendo el impacto de la infección por COVID-19 se desarrolló en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) un estudio que evidenció la prevalencia de secuelas neurológicas en convalecientes de la enfermedad egresados de esa institución.

El doctor Narciso Argelio Jiménez Pérez, al frente del proyecto de investigación, explicó a la Agencia Cubana de Noticias que, incluso después de la recuperación, muchas personas manifiestan trastorno del sueño, adaptación, nerviosismo, ansiedad y depresión, además de fatiga crónica, la afectación más común de todas.

Precisó que a partir del seguimiento a los convalecientes que transitaron por estadios graves y críticos de la enfermedad se han evidenciado lesiones que persisten hasta seis meses, con personas que con el tiempo mejoran, y otras en las que el daño es permanente, como es el caso de quienes desarrollan fibrosis pulmonar.

«El 94,4 % de los recuperados atendidos en la institución tienen lesiones en sus pulmones; también se han diagnosticado lesiones cardiovasculares, entre ellas la miocarditis (inflamación del músculo cardiaco) y la pericarditis (inflamación de la capa exterior que recubre el corazón), que aparecen tanto en jóvenes y adultos mayores, como en niños, y provocan dolor en el pecho, frecuencia cardíaca anormal y dificultad para respirar», detalló el experto.

Jiménez Pérez significó, además, que se han reportado lesiones renales que pueden derivar en una enfermedad renal crónica, y la persistencia en muchos pacientes de síntomas de la COVID-19 en meses posteriores a la infección, síndrome que se conoce en la comunidad científica como «Long COVID» o COVID crónico o prolongado.

Sobre el estudio que se realiza en el IPK, el infectólogo señaló que tras atender a más de 300 recuperados, luego de ocho semanas, seis meses y al año de la infección, constataron que el 18 % de los casos no tenían anticuerpos.

En cuanto a los asintomáticos, el 67 % tampoco tenía anticuerpos, mientras que en los sintomáticos esa cifra representó el 8 % y se registró que los pacientes que declinan su respuesta inmunológica lo hacen a los 100 días de contagiados con la enfermedad.

«Los resultados del proyecto de investigación permiten caracterizar el comportamiento inmunológico y tener evidencias de cómo será el futuro de las vacunas cubanas anti-COVID-19», afirmó Jiménez Pérez.

Comentó también, que el estado previo de salud incide en la evolución de los pacientes con COVID-19, pues condiciona tanto su tránsito por la enfermedad aguda como por su recuperación, ya que el cuadro clínico empeora en las personas con comorbilidades.

Es por ello que insistió en el uso del nasobuco y la responsabilidad individual como principales garantes para evitar el contagio.