Tomado de: www.redsemlac-cuba.net
Por: Dixie Edith
Foto: Casa Editora Abril
Un abanico de cubanas con sus historias, preocupaciones, luchas, tropiezos y esperanzas pueblan el libro digital La libertad es una mujer, una de las ofertas presentadas por la Casa Editora Abril en la 32 Feria Internacional del Libro de La Habana.
Su autora, la periodista Dailene Dovale de la Cruz, muestra a cubanas de antes y de ahora. La etnóloga recién fallecida Natalia Bolívar, la feminista Mariblanca Salas Alomá y la luchadora Haydée Santamaría comparten espacio con la investigadora literaria Zaida Capote o las escritoras contemporáneas María Elena Llana, Premio Nacional de Literatura 2024; Elaine Vilar Madruga y Dazra Novak, entre otras.
En sus páginas se encuentran derramados textos libres publicados entre 2019 y 2023 en espacios y publicaciones cubanas como El Caimán Barbudo, Juventud Rebelde, Juventud Técnica, La Ventana, Cimarronas y El Código Sí Suena, indica en el prólogo Daniela Pujol, profesora de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, quien también presentó el volumen en la feria, que finalizó el 25 de febrero.
Para Pujol, compañera de feminismos de Dovale, sus protagonistas son “mujeres que nunca se hubieran imaginado que llamarían la atención de una periodista joven y bruja, quien con ternura y paciencia las guardaría y las contaría.
“Al leer textos en los que unas mujeres revelan a otras, de la manera en la que ocurre aquí, se asiste, como mínimo, a dos actos de justicia: uno de ellos, con las mujeres sobre las que se habla ahora y sobre las que normalmente nadie repararía por la invisibilización a la que suelen estar sometidas; el otro, con las mujeres que escriben, a quienes se lee y se les suele reconocer menos que a sus colegas hombres”, valora Pujol.
¿Qué une a tantas mujeres lejanas en épocas, historias o trascendencia? Además de la admiración de la autora, “el placer del descubrimiento”, afirma Dovale de la Cruz, editora de la revista El Caimán Barbudo y una de las creadoras del colectivo de comunicación feminista Cimarronas.
“En ocasiones, al sentir inquietudes feministas, una puede cometer el pecado de creer que descubre algo nuevo. Leer las vidas y obras de mujeres de antaño, con una luz más larga, da mucha humildad porque te hace reconocerte como parte de una historia común”, explica a SEMlac.
“Yo soy así, en parte, porque ellas existieron: desde las feministas y revolucionarias, hasta las mujeres cercanas a mí, como mi abuela. En ese esfuerzo, mirar al presente es otro conjuro contra el desánimo y la soledad. El futuro se pinta discretamente esperanzador”, confiesa.
Crónicas, ensayos, entrevistas y perfiles sirven para presentar a más de una veintena de mujeres cubanas conectadas, a juicio de Pujol, no solo por la mirada de la autora, sino también por “la decisión compartida de luchar por la libertad —la propia y la ajena— y de cuidar en el goteo de la cotidianidad esa lucha que les ha permitido soñar”.
Dovale de la Cruz lo considera parte de un esfuerzo “para reivindicar y narrar la obra de las mujeres que luchan”, sostiene.
“Algunas de ellas lo hacen desde los feminismos, antirracismos, movimientos revolucionarios; otras desde la escritura y el arte, y muchas más sin colocarse ninguna etiqueta, pero con una práctica cotidiana comprometida y valiente”, comenta a SEMlac.
“Y lo hago, no solo porque como sociedad nos merecemos tomar en cuenta sus aportes y criterios, sino porque me nutre mucho a un nivel individual. Dan ánimos para continuar intentándolo”, concluye.