Tomado de: www.ipscuba.net
Foto: Tomada del perfil de Faccebook de Yosritecreoencuba
Iniciativas ciudadanas aprovechan el incremento del acceso a internet para gestionar soluciones a un problema que aún exige una mayor atención institucional.
Luego de años de estar entre las demandas del activismo feminista, Cuba contará con una línea nacional de apoyo a la violencia de género e intrafamiliar, que aún no está en funcionamiento, y una iniciativa autónoma realiza un mapa contra el acoso callejero.
Línea de ayuda
La guía para atender las denuncias telefónicas fue elaborada por un grupo de trabajo coordinado por la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), con la participación de la Universidad de La Habana, la Fiscalía General de la República, la Policía Nacional Revolucionaria y el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).
El anuncio público llega tras un periodo de aislamiento por la covid-19 en el que se percibió un incremento de la violencia contra las mujeres en los hogares, aunque las autoridades no ofrecen cifras públicas al respecto de forma frecuente.
Al romperse por el confinamiento los vínculos sociales habituales, es importante activar otras redes de apoyo de la sociedad para que las víctimas de violencia reciban el acompañamiento necesario, declaró a la televisión estatal la socióloga Clotilde Proveyer, parte del grupo de trabajo
Durante esos meses, cuando se dificultaron las escasas vías para denunciar o pedir ayuda, iniciativas ciudadanas crearon sus propios mecanismos de respuesta, articulados y visibilizados desde el espacio virtual.
La plataforma Yosítecreo en Cuba abrió en esa etapa su línea telefónica de apoyo a mujeres en situación de violencia machista, autogestionada por sus creadoras y colaboradoras.
Este esfuerzo se sumó a los realizados hasta ese momento por las Casas de Orientación de la Mujer y la Familia, de la FMC, Cenesex, la Unión Nacional de Juristas de Cuba y los no gubernamentales Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo-Cuba (Cárdenas), Centro Cristiano Lavastida (Santiago de Cuba) y el Centro Oscar Arnulfo Romero (La Habana).
¿Cómo ha ayudado la tecnología y el acceso a Internet?
Yosítecreo en Cuba es la primera plataforma digital cubana en apoyo a las víctimas de la violencia machista. Hoy cuenta con más de 3.000 seguidores en Facebook.
Surgida hace un año, cuando varias activistas feministas decidieron unirse para respaldar la denuncia de la cantante Dianelys Alfonso (La Diosa), el colectivo ha acompañado y aconsejado a mujeres en situaciones de violencia y, de forma sistemática, ha sido un espacio de denuncia con la publicación de testimonios de víctimas y sobrevivientes.
Desde allí se acogió la solicitud de una Ley Integral contra la Violencia de Género en Cuba, presentada a la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) en noviembre de 2019, con 40 firmantes cubanas y el respaldo de cerca de 1.000 personas.
Aunque la solicitud fue desestimada para el actual calendario legislativo, contribuyó a asentar en el debate público la necesidad de un respaldo jurídico para enfrentar la violencia contra las mujeres. También se ha convertido en una etiqueta recurrente que acompaña las denuncias en redes sociales.
Y este mes de julio la plataforma lanzó una nueva convocatoria en su perfil oficial de Facebook para construir un mapa colaborativo contra el acoso callejero en Cuba. Con la pregunta “¿qué lugares identificas peligrosos para las mujeres?”, la convocatoria recibió más de 200 respuestas en apenas tres días.
La iniciativa, que fue compartida por más de un centenar de personas, sigue una tendencia de buscar soluciones colaborativas y ciudadanas a problemas no resueltos desde la institucionalidad.
A inicios de año hubo otra experiencia similar con la creación del mapa de alerta de derrumbes, tras la muerte de tres niñas por la caída de un balcón en La Habana Vieja.
Aplicaciones de alerta: ¿recurso desaprovechado en Cuba?
Las aplicaciones de alerta de peligro para dispositivos móviles son un recurso cada vez más empleado en la prevención de violencia contra las mujeres en el mundo. En muchas ocasiones, constituyen una vía más rápida y discreta de denunciar o alertar, ya que cuentan con “botones de pánico” de fácil activación y que muestran la localización de la víctima.
Algunas utilizan las redes de apoyo de familiares y listados como contactos de emergencia; otras están asociadas a esfuerzos gubernamentales y se conectan directamente al sistema de atención y asistencia existente en el país.
En Cuba, el uso de este tipo de recursos es casi inexistente.
La experiencia más cercana es de la Campaña Cubana por la No Violencia Hacia las Mujeres y las Niñas “Evoluciona”, que en diciembre de 2019 lanzó en la provincia de Santiago de Cuba una aplicación con información sobre el acoso callejero, aunque no dispone de otras funcionalidades.
Una de las razones pudiera ser el acceso limitado a la tecnología móvil e Internet. Sin embargo, las líneas de telefonía celular activas ya suman más de seis millones y el acceso a Internet por datos móviles se ha ampliado a más de 3,4 millones de usuarios entre los 11,2 millones de habitantes del país.
Por otra parte, para alternativas tecnológicas como esta sean útiles, se necesitan redes de apoyo consolidadas –familiares e institucionales– y un sistema de respuesta eficiente. (2020)