Televisión cubana presenta historias cotidianas de violencia de género

Aurora, primer capítulo de Rompiendo el silencio, trata la historia de una mujer abusada por su hermano en la niñez, que al dar su testimonio a una joven investigadora reconoce la violencia a la que ha sido sometida durante su vida.

por: 
Foto: Tomadas de Telegram
Tomado de: www.ipscuba.net

Historias reales de violencia, especialmente hacia la mujer, son recreadas desde la ficción en la segunda temporada de la serie Rompiendo el silencio, con emisiones los martes en la noche por el principal canal televisivo estatal cubano.

Este dramatizado se basa en una investigación realizada desde 2010 por el realizador Rolando Chiong y la guionista Lucía Chiong acerca de la violencia de género, sobre todo hacia las mujeres y las niñas. La primera temporada de la serie fue estrenada en diciembre del 2016 por Cubavisión, la señal televisiva con más altos índices de audiencia en la nación caribeña.

De acuerdo con las investigaciones, la violencia de género afecta a la mujer a través del tiempo de manera más intensa, recurrente, sostenida y con mayor connotación social. De esa realidad parte el equipo de realización de Rompiendo el silencio, liderado por Rolando Chiong, que en la segunda temporada de la serie amplía su espectro temático.

Los nuevos capítulos presentan hechos de abuso sexual, violencia psicológica con todas sus implicaciones, maltrato infantil, violación intrafamiliar, homofobia, transfobia, violencia entre hombres e intergénero, acoso escolar (en inglés, bullying) homofóbico, además de historias sobre paternidad y homosexualidad, entre otros temas, según anuncia el Portal de la Televisión Cubana.

En la revista Miradas sin excusas se han expuesto criterios especializados acerca de la violencia intrafamiliar, física, psicológica y sexual, entre otros temas.

Sin miedo a la violencia

Además de esta serie dramatizada, en telenovelas y cuentos y filmes para la televisión se representan con mayor frecuencia historias de violencia.

En ese sentido, Chiong comenta: “Alrededor de ese tema siguen existiendo expectativas por un lado y dudas por otro, pero lo principal es sentir que no hay que temerle, sino tratarlo para que la gente vea que puede aparecer, a veces incluso sin darnos cuenta, y así sepa cómo prevenirla.

“Por eso me hace muy feliz saber que hemos podido abordar la violencia con mucho respeto hacia las historias reales que hicieron posible esta ficción. La gente tiene que saber que existe y no puede mirar hacia otro lado, porque nadie está exento de ser víctima de ella, aunque el propio contexto cambie de roles a los protagonistas de cualquier historia violenta.

“Y ciertamente la realidad siempre supera la ficción. En ese sentido, al ver la serie terminada uno siente que hay una responsabilidad cumplida”, subrayó el director.

En otras declaraciones publicadas por el Portal de la Televisión Cubana, Chiong explicó que al concebir la segunda temporada convocó a los escritores de los capítulos a participar en un taller sobre violencia de género impartido por los especialistas del Centro de Reflexión y Debate Oscar Arnulfo Romero, que coordina junto a instituciones estatales cubanas la Jornada por la no violencia hacia las mujeres y las niñas.

El episodio Potestad, de la serie Rompiendo el silencio, se basa en la relación conflictiva de dos hermanas que compiten criando a un niño.

Contar la realidad y prevenir

Previo al primer capítulo de Rompiendo el silencio, estrenado el 23 de febrero, también se inició en Cubavisión la revista Miradas sin excusas. Este espacio, que sirve de antesala a los episodios de la serie, está dirigido y escrito por Elena Palacios, una directora que dirige gran parte de su creación a visibilizar temas relacionados con la mujer.

La revista especializada trata aspectos de la violencia de género en su amplia diversidad. Tiene como moderadora a Beatriz Torres, Presidenta de la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (SOCUMES). Esta psicóloga y máster en sexualidad dirige los paneles de expertos que debaten acerca de las historias de violencia recreadas en la teleserie.

Apunta la psicóloga Mareleen Díaz Tenorio, asesora de la revista, que entre los invitados a debatir se encuentran la psicóloga e investigadora María Teresa Díaz Álvarez, especialista del Centro de Reflexión y Debate Oscar Arnulfo Romero, “muy cercana a los estudios sobre masculinidades”, Ivonne Hernán, “que junto a la doctora Torres son las especialistas que atienden la consejería en ese mismo centro para mujeres en situación de violencia”.

Además, participa la doctora Yamira Hernández, “cuyo máximo trabajo académico la acercó a reclusas que cometieron actos contra sus cónyuges como respuesta a la violencia de estos. Se sumarán especialistas en psicología, historia, medicina, pertenecientes a instituciones como la Universidad de La Habana, el Ministerio de Justicia, el Centro Nacional de Educación Sexual, entre otros”, precisa.

Señala Díaz Tenorio que desde la televisión “se abre así un espacio de análisis interdisciplinario e interinstitucional con el propósito de mover resortes de sensibilidad y comprensión ante un tema de necesaria visibilidad: la violencia. Todo esfuerzo siempre resulta poco para prevenirla”. (2021)