Con profundo dolor y pesar, hemos perdido a uno de los mejores seres humanos que haya formado parte de nuestra familia cipera.
Nuestro querido amigo y entrañable Piedra, como cariñosamente le decíamos. Fue una excelente persona, educado, amable, servicial y siempre ahí, colaborando, explicándote algo o saludándote con cariño y una sonrisa en los labios. Maravilloso ser humano, siempre fue útil y con alto nivel de compromiso y dedicación a su trabajo. Una vida ligada al sector de la ciencia, devenida figura símbolo que ha sido un pilar del CIPS. Extrañaremos mucho su paciencia e inteligencia para afrontar las dificultades colectivas. Que su ejemplo sea el nuestro.
Su partida física nos ha dejado un gran vacío pero su recuerdo ocupa un pedacito en nuestros corazones. Siempre, de una u otra forma recurriremos a él, por todo el amor que nos dio. Es una enorme pérdida para su familia y para nuestro colectivo. Descansa en paz.