Tomado de: www.ipscuba.net
Contribuir a atender las necesidades en salud de adolescentes con sexualidades, identidades y expresiones de género no hegemónicas es una de las líneas de trabajo fundamentales de la oficina en Cuba del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con una reciente publicación en el sitio web de Unfpa, las personas entre 10 y 19 años son un grupo clave a tener en cuenta “tanto en la formulación de políticas públicas como en las estrategias de promoción de los derechos sexuales y reproductivos y en el aseguramiento de servicios de salud sexual y reproductiva de calidad”.
Para Unfpa resulta esencial empoderar a la población adolescente, en concordancia con los compromisos relativos al cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. De ahí que la agencia apoye la actualización en Cuba del Programa de Atención Integral a la Adolescencia.
Esa colaboración abarca intercambios con el Programa de Atención Materno Infantil, el Grupo Nacional de Atención Integral a la Salud de Adolescentes y el Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), así como con otras instituciones académicas, del Sistema Nacional de Salud, organismos del Estado y organizaciones de la sociedad civil.
Lograr servicios de calidad inclusivos
Livia Quintana, Asociada de Programa de la Oficina del Unfpa en Cuba, comentó en dicho sitio web que la actualización del Programa de Atención Integral a la Adolescencia del Ministerio de Salud Pública está alineada con la implementación de los estándares de calidad para los servicios de atención a la salud de adolescentes, con énfasis en su salud sexual y reproductiva.
Al referirse a los estándares, resaltó la equidad y el respeto a la privacidad y la confidencialidad como aspectos claves en el funcionamiento de servicios de calidad para adolescentes, con particular relevancia de quienes construyen su sexualidad, identidad y expresión de género no acordes con la heteronormatividad.
“Nuestros servicios están diseñados desde una visión heteronormativa” y la persona adolescente que tiene un conflicto en la definición de su orientación sexual o de su identidad de género muchas veces se siente limitada de acceder a ellos, reconoció Quintana.
Atención a necesidades específicas
A juicio de Nadina Peñalver, psicóloga de la salud y profesora del Cenesex, este grupo puede ser vulnerable a riesgos como el malestar mental, emocional y conductual en relación con la anatomía, el rechazo a las representaciones sociales centradas en la masculinidad y la feminidad, conflictos familiares, dificultades para lograr la aceptación de sus pares, entre otros.
También indicó que las vivencias relacionadas con la asunción de una identidad de género no hegemónica, si están marcadas por el sufrimiento y la discriminación en los entornos donde se desenvuelven, pueden generar ansiedad, depresión, baja autoestima, aislamiento social, dificultades para la integración en el medio escolar, desmotivación, hostilidad, agresividad e ideas o intentos de suicidio.
A ello se suma la exposición a infecciones de trasmisión sexual, incluido el VIH/Sida, debido a posibles conductas de riesgo; el consumo de drogas y alcohol, con el objetivo de enfrentar el estigma y la vergüenza, el rechazo o las burlas; además del abuso sexual infantil, con factores de riesgo como las carencias afectivas y las dificultades en la comunicación en el entorno familiar.
En tal sentido, la psicóloga de la salud estimó que la atención “con cercanía, preparación y empatía puede ser de gran ayuda para esas personas adolescentes y sus familias a la hora de contener dichos riesgos”.
Asimismo resaltó que “debido a que estas personas adolescentes pueden verse en condiciones de vulnerabilidad y desigualdad, tienen necesidades que es necesario atender para eliminar barreras en su acceso a los servicios de salud de calidad”.
Precisó Peñalver que esos servicios deben considerar las necesidades de atención en salud empática, confidencial, técnicamente adecuada, multidisciplinaria e igualitaria. Entre las necesidades de educación sexual e información recalcó atender particularmente las temáticas de las infecciones de transmisión sexual y el VIH/Sida.
Enfocar violencia de género vs. derechos sexuales y reproductivos
Destaca Unfpa que investigaciones realizadas desde el Cenesex identifican a la familia, la escuela y la comunidad como espacios donde adolescentes con sexualidades, identidades y expresiones de género no hegemónicas son víctimas de violencia basada en género.
Al respecto, la agencia internacional recomienda analizar la manera en que los elevados niveles de violencia y de ejercicio desigual del poder conllevan a que estas personas adolescentes tengan relaciones sexuales en condiciones en las que no pueden negociar el empleo de métodos de protección.
Lídice Mederos, Coordinadora de la Red VIH-Sida, declaró a Unfpa que, aunque el VIH no constituye un problema de salud para la población adolescente, las infecciones de transmisión sexual son una de las principales causas de morbilidad en este grupo.
También refirió que muchas veces no acceden a los servicios de salud sexual y reproductiva temerosos de ser recriminados por su conducta u orientación sexual por el personal de salud y los familiares, debido a la falta de confidencialidad, el miedo a la divulgación de su orientación sexual y a exámenes físicos agresivos o desproporcionados.
Mederos compartió datos de estudios según los cuales el 11 por ciento de los adolescentes HSH refiere ser víctima de violencia. En cuanto a las personas adolescentes transgénero prácticamente no existen datos, alertó Mederos.
Algunas pistas
Las especialistas del Cenesex Ada Alfonso y Nadina Peñalver propusieron en la publicación de Unfpa algunas pistas para adecuar la atención de salud a las necesidades de adolescentes con sexualidades, identidades y expresiones de género no hegemónicas:
- Garantizar el acceso de esta población a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad implementando un enfoque de derechos, que asegure el ejercicio de los derechos a la privacidad e intimidad, a vivir libre de violencia y discriminación, a la igualdad, a la identidad sexual, a la información y la educación integral sobre sexualidad y a la participación en políticas públicas sobre sexualidad.
- Presentar una actitud positiva y respetuosa, que promueva el acercamiento a los servicios; evitar juicios de valor por formas de vida, prácticas o intervenciones que estas personas adolescentes hayan realizado en sus cuerpos.
- Atender las situaciones que conllevan al abandono escolar, lo cual interfiere en las oportunidades de desarrollo de este grupo de adolescentes durante la adultez.
- Adoptar, además del enfoque de derechos humanos, el enfoque de curso de vida, que permite ubicar cómo las experiencias vividas en los momentos de transición van a tener un impacto importante en la vida posterior de las personas.
- Considerar los enfoques interseccionales que propone el feminismo para comprender por qué resulta más complejo a dicho grupo colocarse dentro de la estructura social cuando unos marcadores de desigualdad se van cruzando con otros.
Para apoyar tales propuestas, además de compartir documentos, especialistas de los equipos del Unfpa en varios países de la región latinoamericana están dispuestos a intercambiar su experiencia con personas e instituciones que participan en la actualización del Programa de Atención Integral a la Adolescencia en Cuba, destacó el sitio web de la agencia internacional. (2021)