Autora: Milagros Samón Quiala
Publicado en: M. Rojas (coord.), Simposio Nacional CIPS (tema 4) [Multimedia]. Publicaciones Acuario.
Durante la época en que la esclavitud formaba parte de la estructura social como una institución concebida por el poder dominante, la sociedad en su conjunto la aceptaba y consideraba normal la violencia sexual.
En este caso se consideraba natural que hubiese una clase privilegiada, aquella que formaban quienes disponían del poder de dominación, y otra clase inferior, la de los siervos o personas esclavizadas, cuya vida dependía por completo de los designios del amo. Esa esclavitud histórica, que ahora, en nuestro actual desarrollo intelectual repugna a nuestro entendimiento, se consideraba entonces legítima porque formaba parte de la estructura social, pero ello se debía a que la institución social correspondiente, o sea la esclavitud, estaba dotada de un contenido ideológico cuyo adoctrinamiento permitía dar carta de naturaleza a la realidad esclavista de entonces. La ley era entonces –siempre lo ha sido- un instrumento de poder para proteger los valores y principios derivados de la ideología imperante en cada momento y el país haber vivido como fenómenos naturales situaciones de hecho tan brutales y sin razón como las conocidas con los nombres de esclavismo, racismo, antisemitismo, xenofobia u homofobia, no ha sido sino la consecuencia de haber sentado en cada caso ideologías sustentadoras de poder, con el respaldo y la complicidad de lo que ahora se llama comunidad científica y en tiempos pretéritos autoridad de los sabios.