A. Alonso Tejada. La visita a Cuba en enero de 1998 de Karol Wojtyla, o más conocido como Juan Pablo II, resultó una ocasión sumamente trascendental para Cuba y el mundo, no solo por representar el primer viaje de un Papa a la Isla, sino también por el momento en que se produce y las características del sumo Pontífice. Un cuidadoso análisis recorre en este trabajo tanto la caracterización del Papado como sus intervenciones públicas y sus proyecciones sociorreligiosas en suelo cubano.