Tomado de: www.ipscuba.net
Un plegable elaborado por una iniciativa conjunta entre la Sociedad Cubana de Psicología, la Sociedad Cubana Multidisciplinaria para el Estudio de la Sexualidad (Socumes) y la oficina cubana del Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa), visibiliza las brechas de género ahondadas durante la covid-19 y apoya la concientización social del problema.
Este material tiene como antecedente el trabajo desarrollado durante 2020 vía WhatsApp por los 17 psicogrupos de atención a distancia, organizados por la Sección de Orientación Psicológica de la Sociedad Cubana de Psicología, explicó Bárbara Zas, presidenta de la sección.
Las más de 500 sesiones y las 305 consultas de atención especial individualizada sacaron a la luz problemas emergentes en varias esferas sociales y relacionadas con manifestaciones de violencia y el cuidado, especialmente de niñas, niños y adolescentes, personas mayores, familiares en la distancia y con enfermedades crónicas.
“Como Socumes, pensamos que la labor realizada por los psicogrupos de WhatsApp en todas las etapas de la pandemia ha sido necesaria y útil, lo que posibilita orientar a los investigadores para seguir profundizando en estas brechas, en aras de prevenir o tratar la violencia de género”, declaró Beatriz Torres, presidenta de la sociedad.
La caja de Pandora
Según el texto, de la autoría de Zas y Jorge Enrique Torralba, de la Sociedad Cubana de Piscología, la propagación de la covid-19 a nivel mundial impuso un escenario sin precedentes, que produjo una ruptura en la educación, la geopolítica, la economía y demás esferas de la vida social.
Para la Organización Mundial de la Salud, las medidas para frenar la propagación no solo generan problemas nuevos, sino que acentúan otros preexistentes para individuos, familias o grupos sociales, por lo que la salud mental deviene una prioridad a nivel internacional, dada la importancia del comportamiento individual en el control de la enfermedad.
Los análisis de las sesiones en los psicogrupos arrojaron realidades como:
-algunas madres se sintieron juzgadas por su presencia en colas u otros lugares públicos al tener que salir con sus hijos a realizar las compras, como única alternativa.
-el cuidado depositado especialmente en las mujeres se convirtió en un elemento de violencia poco descrito o vivido como tal, que produjo malestar y vivencias negativas.
-las modificaciones en los roles generaron sobrecarga y malestar en las mujeres.
-se incrementaron las horas de trabajo doméstico y el tiempo dedicado al apoyo a la tarea de los hijos e hijas, al cumplimiento de las medidas sanitarias, a la búsqueda de alimentos, el trabajo a distancia o teletrabajo, entre otras funciones.
-hubo casos de violencia hacia las personas mayores por la limitación de sus derechos personales.
-en la toma de decisiones, la familia, con preocupación y desde lógicas de cuidado, en muchas ocasiones vulneró los derechos de los ancianos al cerrar la casa, quitarles la llave, etc.
-en menor medida, se reportaron casos de violencia de hijos varones hacia madres, no necesariamente adultas mayores, y se observó la tríada de violencia hijo-nuera-madre.
-madres y padres ejercieron la violencia hacia niños y niñas empleando métodos educativos inadecuados y agresiones verbales y psicológicas; en algunos casos se evidenció posible negligencia y ocurrencia de accidentes domésticos.
-dificultades en las relaciones de pareja, problemas en la comunicación, dependencia de un miembro de la pareja del otro y dificultades en la permanencia juntos.
-frecuentes los conflictos por desigualdades en la distribución de roles y tareas.
“La figura femenina como máxima responsable de las tareas domésticas y el establecimiento de relaciones de desigualdad, discriminación y subordinación del hombre sobre la mujer constituyen expresiones en cuya erradicación se continúa luchando desde el ejercicio comprometido de la ciencia y la práctica responsable de la ciudadanía”, enfatiza la investigación.
Una buena idea
La iniciativa de convertir estos resultados en un material que pudiera compartirse y visibilizarlos contó con el acompañamiento de Unfpa.
Al respecto señaló Grisell Rodríguez, oficial nacional de Programa Unfpa Cuba, que este, “en su noveno ciclo de cooperación con el gobierno de Cuba, que se desarrolla durante el periodo 2020-2024, y articulado con el Marco de Cooperación del Sistema de las Naciones Unidas, incluye la igualdad de género entre sus cuatro áreas prioritarias”.
En el contexto de la pandemia, agregó, muchas de las acciones previamente acordadas se ajustaron a la nueva situación del país.
“De manera consensuada con nuestros socios estratégicos, y con vistas a contribuir a la respuesta conjunta ante el impacto de esta situación en las diferentes esferas de la vida social, se diseñaron iniciativas que focalizaron y/o reforzaron acciones claves y grupos con mayores vulnerabilidades”, apuntó.
Como parte del acompañamiento a la Socumes, en asociación con la Sección de Orientación Psicológica de la Sociedad Cubana de Psicología, se acordó entonces visibilizar algunos de los resultados de trabajo de los servicios de orientación a distancia, sobre todo aquellos que dan cuenta de las demandas vinculadas a las desigualdades de género.
Para la atención a estas problemáticas se propiciaron alianzas entre la coordinación de los psicogrupos y el equipo asesor de la Federación de Mujeres Cubanas.
“El plegable se ha distribuido a especialistas e investigadores para su trabajo de sensibilización y capacitación a grupos, a mujeres en situaciones de vulnerabilidad y nos parece que es un instrumento más para la concientización de estas problemáticas en la sociedad cubana”, dijo Beatriz Torres.
Además, los materiales impresos llegarán a integrantes de Socumes y las instituciones a las que pertenecen, así como a la población que asistiría a las sesiones científicas que realiza esa sociedad científica.
Para Livia Quintana, asociada de Programa de Unfpa Cuba, “este producto comunicativo resume una sistematización de las principales demandas de atención relacionadas con tres temas estrechamente vinculados: las violencias, los cuidados y el uso del tiempo”. (2021)