Autora: María Isabel Domínguez
El trabajo muestra como la prioridad de la Educación en la política social cubana, desde los primeros momentos a partir de la revolución de 1959, ha privilegiado a la mujer, lo que se constata a través de datos estadísticos que dan cuenta del acelerado crecimiento de sus niveles educacionales y de calificación a lo largo de las distintas décadas y la elevada feminización que ha ido alcanzando la enseñanza superior y por consiguiente la fuerza de trabajo calificada, que coloca a Cuba en u no de los países de más elevado cumplimiento de los Objetivos del Milenio de la Naciones Unidas en materia de acceso a la educación e igualdad de género. A partir de investigaciones realizadas con grupos juveniles y con mujeres, se analiza el significado que tiene la adquisición de un capital educativo como estrategia de inclusión social, en particular para las mujeres jóvenes; se valoran los avances logrados en su participación social y las dificultades que aún existen en lograr un cambio cultural que promueva unas relaciones de género más equitativas. A partir de los resultados se reflexiona acerca del impacto de estos procesos y se concluye con una hipótesis acerca de las dinámicas de comportamiento en Cuba hoy donde, al parecer, la conciencia generacional ha ido fortaleciéndose mientras la de género parece estancarse o moverse a un ritmo más lento que en generaciones anteriores.